El reciente arresto del ex jefe delegacional en Tláhuac Francisco Martínez Rojo vino a alborotar de nuevo a los grupos de poder del PRD que buscan adueñarse de esa demarcación. El primer golpe en contra de la actual delegada, Fátima Mena, vino el año pasado, cuando fue relacionada con los presuntos negocios ilegales de Carlos Ahumada. Desde entonces su administración ha sido perseguida ferozmente por la Contraloría del DF, y varios de sus funcionarios encarcelados o destituidos. Sin embargo, lo que puso a Fátima verdaderamente al borde del abismo fue el linchamiento de tres agentes federales en Tláhuac el año pasado.
Y precisamente sobre este asunto han surgido versiones realmente preocupantes, en el sentido de que fue algo planeado desde dentro del PRD, por un grupo que quiere recuperar la delegación. Que por supuesto no se pensaba en linchamientos, sino en armar un relajo y tomar la delegación para sustentar un supuesto vacío de poder, pero el asunto se les salió de control, los narcos se calentaron y todo mundo conoce la historia. Todo esto ocurrió tres días antes de que Mena compareciera en la Asamblea Legislativa por el caso Ahumada, pues estaba citada para el 26 de noviembre y los linchamientos fueron el 23.
Por cierto que en la ALDF le habían aplicado el Artículo 47 a la jefa delegacional, exigiéndole un informe previo, cosa que regularmente se hace sólo con los secretarios de Gobierno. Todavía un día antes de la comparecencia, la presión aumentó para que le cortaran la cabeza a la funcionaria; la más activa fue la Organización Ciudadana por la Transparencia. Lo interesante de ello es que se trata de un grupo integrado por perredistas, pero resentidos con la actual administración porque los dejó fuera del presupuesto, del que habían vivido seis años.
A muchos de ellos la gente del lugar los identifica como parientes o amigos de la diputada local Guadalupe Chavira, que buscaban regresar por los huesos perdidos. Chavira, por cierto, es diputada por los pueblos de Mixquic, Tetelpan y San Juan Ixtayopan. Su papá es priista de Milpa Alta y su hermano, Héctor Chavira de la Rosa, considerado el eslabón más débil del clan, fue inhabilitado por malos manejos delegacionales. Bueno, pues el asunto viene a cuento porque con la caída de Martínez Rojo parece que la mecha volverá a arder. Centavitos...
La diputada panista Gabriela Cuevas revivió ayer un tema sensible para la administración de Andrés Manuel López Obrador, que es el del millonario gasto del jefe de Gobierno en la promoción de su imagen. Se sabía ya que ?El Peje? se ha gastado más de mil 200 millones de pesos del presupuesto en su autopromoción, y que incluso el diputado priista Mauricio López pidió la comparecencia del vocero César Yánez. La solicitud duerme desde el año pasado el sueño de los justos en la Comisión de Administración Pública que encabeza el perredista Alberto Trejo, a quien le ha dado frío cumplir con su deber. Por eso es fácil para ?El Peje? decir que sus adversarios despilfarran el dinero del pueblo, pues él hace lo mismo pero sabe que cuenta con sus incondicionales tapaderas en la Asamblea... Esta tarde el PRI del DF celebra su consejo político extraordinario, y hay que parar oreja en el asunto de los dineros, tanto los que se gastaron en 2004 y que no cuadran, como en los que se van a gastar este año.
