Querida Secretaria:
La preocupación es la causa más común de las enfermedades. La preocupación (o ansiedad) cae en tres categorías: 40 por ciento de las preocupaciones se relacionan con el pasado, 60 por ciento con el futuro y diez por ciento con el presente.
La preocupación puede llegar a ser un hábito muy dañino. Los síntomas individuales que causan la preocupación son: insomnio, úlceras, problemas cutáneos, alta presión arterial, glotonería, dificultad para concentrarse, etc.
La frustración y ansiedad que produce la preocupación, destruye la paz interior y no soluciona el problema que tú supones existe. Hay una gran diferencia entre la preocupación y el intento por encontrar una solución a algún problema real.
No tiene objeto preocuparse por errores pasados. Si ya has examinado el problema y has encontrado la manera para que no se repita, no debes seguir atormentándote reviviendo la experiencia en tu mente.
Practica el arte de olvidar. Cultiva el propósito de seguir adelante, viendo hacia el futuro. Otra frase que hay que meditar, ocasionalmente es: ?La esencia del genio es saber lo que hay que olvidar?. En otras palabras, no te atormentes sin necesidad.
Varios estudios demuestran que la mayoría de las situaciones que la gente teme se vayan a presentar, en realidad nunca ocurren. Con frecuencia son producto de la imaginación. En el caso que sí sucedan, luego que pasan, te das cuenta que no resultaron tan mal del todo.
Afirma tu fe en el futuro. Sin sucumbir a la preocupación, acostúmbrate a planear cómo vas a interceptar una situación desagradable que estás segura va a ocurrir. Si tú realmente estás esperando una confrontación con alguien, por ejemplo, piensa en una técnica para permanecer calmada cuando el estallido ocurra. En lugar de preocuparte por lo desagradable de este enfrentamiento, prepárate para sacar el mayor provecho de esta eventualidad. Ejerce la técnica de la inalterabilidad y mantén en orden tus emociones. Trata de relajarte y procura que tus inquietudes se borren de tu mente. Luego llena tu imaginación de pensamientos positivos que te lleven a acciones constructivas. Emplea estas disciplinas para combatir la preocupación.
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