Es Navidad...
Tiempo para la siembra sosegada y generosa del trigo que mañana se hará espiga y abundará en tu mesa.
(Continuación)
ESTIRA TU IMAGINACIÓN
Tu imaginación responde de inmediato al ejercicio. Entre más la uses, ganará en flexibilidad. Ponla a trabajar y vas a sorprenderte de la cantidad de palabras certeras, ingeniosas y estimulantes que te va a proporcionar.
Una buena manera para entrenarse, es describiendo todo lo que ves a tu alrededor. Cuando vayas en el camión pasa revista a lo que sucede en esos momentos. Hazlo en tu interior con frases cortas como: mujer con niño, vendedor de baratijas, chofer malhumorado. Este tipo de clasificaciones instantáneas mejora tu habilidad para observar y tu destreza para reseñar con soltura y al mismo tiempo hacer buen uso de las palabras. Tus descripciones deben ser sintetizadas, tratando de pintar la escena con pocos y certeros brochazos. Toma en cuenta la apariencia, el movimiento y la colocación. Con esta concisión controlada vas a saber distinguir de inmediato lo sobresaliente, los puntos importantes y así evitarás la efusividad ?un mal hábito de los conversadores aburridos.
DESYERBA LO SOPORÍFICO
Todo programa estructurado para lograr una mejoría en el vocabulario debería de empezar con un sondeo para ver si empleas ciertas frases que habitualmente repites una y otra vez: la chica que describe todo como ?bien padre? o ?divino? o quien intercala un ?¿me entiendes?? o ?tú sabes? en una y otra oración.
Tediosas y molestas son también aquellas personas que continuamente insertan clichés en su plática. ¿Qué piensas del personaje que te dice: ?Se puso tan colorada como un tomate?, ?fresca como una lechuga?, etc.? La mayoría de estos clichés probablemente resultaron muy oportunos cuando fueron dichos por primera vez, pero con la repetición perdieron su brillo.
LENGUA BANAL
Hay cierto tipo de modismos que muestran que estás ?in?. Son las últimas expresiones que encapsulan una idea ?los modismos usados por gente muy al día. Probablemente tu jefe dice algunos de ellos.
El tipo de estos coloquialismos es también muy importante. El ?slang? juvenil suena bien en la escuela, pero no encaja en el mundo de los adultos. Como asistente debes cuidar que tu lenguaje sea el apropiado para tu estatus.
Todos estos requisitos que se han enumerado deben ser guardados en tu subconsciente durante una conversación. Cuando platiques con alguien no debes estar consciente de cómo debes expresarte, pues tu manera de hablar sonará como estudiada o artificial. Si nos sobreactuamos, nuestra plática carecerá de espontaneidad, que es la esencia del calor y el encanto de una conversación. Si te empeñas en tratar de usar las palabras correctamente, éstas van a venir a tu mente cuando las necesites. Una manera de comunicarse directa y sencilla, es mucho más agradable que una estudiada, no importa qué espléndidas sean las palabras usadas y cuán elegante pueda ser la dicción.
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