Querida Secretaria:
En este mundo de cambios, una imagen nueva está surgiendo.
La mujer de hoy que desea demostrar su madurez y su capacidad...
*Aumentará su responsabilidad. Con frecuencia la desventaja más grande que tiene una mujer es que su jefe no piense que es responsable, o que en realidad no lo sea. Si es ciertamente responsable o comprometida, debe probarlo.
*Aprenderá a enfadarse sin soltarse llorando. Esto es imperativo. Las lágrimas no son compatibles con la imagen pública de la nueva mujer.
*No se tomará a sí misma o a su trabajo demasiado en serio. Es el epítome de la persona bien centrada.
*Será ambiciosa para ella misma, de igual modo que son los hombres. Se da cuenta en realidad que nadie sino ella debe siempre preocuparse por ella misma.
*No omite su ?yo? total. Su trabajo puede ser el sobresaliente principal en su vida, pero debe cultivar otras actividades; entablar amistad tanto con mujeres como con hombres, tratando que estas relaciones sean sanas y estimulantes. Desarrolla éstas y otras fuentes de esparcimiento intelectual.
*Aprende a ser asertiva. No se siente culpable cuando dice no.
*No comprometa su integridad en una lealtad mal dirigida. Es empática, pero no se exalta o se desalienta con las alegrías y las penas de su jefe.
*No aminora su femineidad. No es menos mujer. La persona débil y atemorizada no actúa y su disculpa es su temor a perder su femineidad. Una mujer fuerte provoca en los demás un sentido de respeto, de admiración.
La ?nueva? mujer, una persona completa. Capaz. Madura. Libre.
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