Querida Secretaria:
(CONTINUACIÓN)
SE ENCIENDE UNA LUZ ROJA
Hay empleos, por supuesto, en los que no hay sobresaltos, ni sorpresas; sin embargo, está frente a ti una luz de semáforo en rojo. Es obvio que no lograste un ascenso y que la empresa no puede ?o no quiere? aumentar tu sueldo. Por ello llegas a la conclusión que tu único camino es conseguir otro empleo. Si ésta es tu decisión, por lo que más quieras no lo digas y dedícate con toda discreción a buscar información. No importa lo que te gustaría presentar tu renuncia de inmediato, en forma dramática: resiste la tentación y no lo hagas.
Hay muchas ventajas para ti si permaneces en tu trabajo mientras no consigues otro. Por un lado cuentas con tu salario; y sin problemas económicos, te permite ser más selectiva en las opciones de empleo que se te presenten. Otra ventaja es que puedes analizar con calma las oportunidades en tu campo de acción.
Con frecuencia sucede que la cazadora de empleos se da cuenta que su actual puesto es mucho mejor que los que se le han ofrecido y esto lo convence que vale la pena seguir trabajando en su empresa.
Sin embargo, no le tengas miedo al cambio de empleo. Algunas asistentes con posibilidades de mejorar, no lo logran porque se quedan por años en el mismo empleo, simplemente porque están a gusto. Hay muchos otros empleos muy atractivos y llegan a ser mucho más atractivos cuando prometen un mejor futuro y un salario más elevado. Inicia tu búsqueda calladamente, y selecciona con cuidado antes de renunciar.
Los cambios de empleo frecuentes, no obstante, son malos. La persona inestable e inquieta que pasa de una posición a otra, nunca satisfecha y sin sentido de permanencia, pronto se ve marginada. Los jefes temen confrontarse con una nueva asistente con un récord de exagerada alternancia de empleos.
El buscar una nueva colocación mientras se está trabajando es mucho más complicado que cuando cuentas con todo tu tiempo. No debes molestar a tu jefe o levantar sus sospechas alargando la hora de la comida o retirándote antes de la hora de salida. Los gerentes de personal, de muchas empresas, asignan la hora de la comida o después de la salida para las entrevistas.
Si te parece atractivo el empleo que ofrece una empresa, consigue una cita y en la entrevista presenta un resumé aparte de demostrar tu eficiencia, el resumé es de mucha ayuda, pues enfatiza tus habilidades y destrezas.
Ya una vez que has conseguido la plaza que te conviene, sigue lo conflictivo... notificar a tu jefe de tu retiro. Hazlo de la manera más cortés y justa. Aunque te sientas resentida en tu actual trabajo, debes dejarlo como toda una dama. Escenas tormentosas no son recomendables. Te cerrarán puertas y quedará un mal recuerdo de ti, que se reflejará en las referencias y recomendaciones que te extiendan.
Sé justa con tu jefe actual concediéndole tiempo suficiente para buscar a quien te vaya a reemplazar (dos semanas es lo acostumbrado). Aun en el caso que se requiera que te presentes de inmediato a tu nuevo empleo, los funcionarios respetarán la consideración que muestras para tu actual jefe.
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