Querida Secretaria:
Quizás ha llegado el tiempo cuando sientes que tu excelente trabajo debería ser mejor recompensado. Piensas que mereces o un aumento o una promoción.
Antes de comentarlo con tu jefe haz un plan inteligente. Cuando los jefes confrontan cualquier tipo de petición por parte de sus empleados, la mayoría de ellos, invariablemente, tienen el desagradable hábito de preguntar el ?porqué?. Lo más probable es que el asunto de los aumentos sea manejado por otro departamento y él necesite saber algunas de tus razones para secundar tu petición. La más sabia psicología sugiere que para influenciar una decisión favorable es recomendable no enfatizar lo que tú quieres, sino más bien los beneficios que él ha obtenido con tu trabajo. Sería pues, muy conveniente que prepararas tu plática para vender tu idea. Éstas son algunas de las razones que pueden avalar tu petición:
Has asumido más responsabilidades. Te has hecho cargo de tareas más complicadas. Has aumentado tus conocimientos de tu empresa. Has promovido las buenas relaciones en tu oficina. Has introducido mejoras en los métodos de trabajo. Has mejorado en tus conocimientos en general y en tu personalidad.
Si buscas una promoción es muy importante que prepares un tipo de resumé enumerando el número de tareas que llevas a cabo y las contribuciones que has aportado. Piensa muy bien cuál es la mejor hora para presentarle a tu jefe tu petición. Es aconsejable que lo hagas cuando lo ves de muy buen humor, a su regreso de una comida muy agradable o acabando de recibir buenas noticias.
Cuando tengas la plática con tu jefe procura lograr un término medio entre exagerar o minimizar. Un buen vendedor sabe qué tanto debe presionar sin ser agresivo. Deja que los hechos hablen por sí mismos sin importar tácticas de presión.
En el curso de la plática menciona el tiempo que ha transcurrido desde que recibiste tu último aumento. Cuando lo menciones no lo hagas con sarcasmo o con una actitud quejumbrosa. Esto molesta a los jefes. Recuerda que la situación es difícil y tú quieres conservar tus buenas relaciones.
Por lo general los jefes son partidarios de conceder aumentos y que sus empleados permanezcan en la empresa por un largo tiempo. Sin embargo, hay ocasiones cuando la negociación está presionada económicamente y es imposible acceder a estas peticiones.
Si el aumento le es negado, una empleada está perfectamente justificada a preguntar el porqué. Te ganarás el respeto cuando expliques qué quieres saber si algo no está bien en tu trabajo para corregirlo. En una ocasión en que el no recibir un aumento fue de tal impacto para una asistente que despertó de su letargo, mejoró de una manera asombrosa su trabajo y al poco tiempo se le concedió el aumento que se le había negado.
(CONTINUARÁ...)
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