Querida Secretaria:
Ese sentimiento punzante que aguijonea, es probable que no haya sido motivado por los días de fiesta y sí por lo que piensas de tu trabajo, tu dinero y las tensiones en sí.
Éstas son ayudas para encontrar la salida de las peores trampas estresantes en que caemos las mujeres:
Causa No. 1. Tensión por envidia
Te agüitas porque no tienes dos celulares. El tener muchos pendientes en tu trabajo parece ser una marca de estatus. Sin embargo, la gente más ocupada generalmente no es la más exitosa. Las triunfadoras saben lo que es realmente importante y es en lo que enfocan su atención. Sería bueno que copiaras esta estrategia.
Causa No. 2. Esperando disfrutar de una eterna felicidad
Creer que todo el tiempo debes sentirte feliz es una utopía. Cuando vives la rutina diaria, la realidad, tienes el presentimiento de que algo anda mal en ti y propicias así el estrés. Para salir de este decaimiento, tienes que razonar que la mayoría de los momentos felices son, por sí mismos, breves. Es mejor entonces tratar de lograr un estado de satisfacción. Ese estado mental en el cual sientes equilibrio, no importa lo que te suceda. Es un sentimiento que puede durar.
Causa No. 3. Sintiéndote merecedora de una promoción
En la actualidad muchos jefes piensan que para que una asistente ascienda de puesto, es necesario que perfeccione sus habilidades. Tu mejor estrategia será evaluar tu actual posición tomando en cuenta estos factores: ¿Eres respetada por tus superiores? ¿Incluida en reuniones especiales? ¿O recibiendo reconocimientos? Si piensas que vas por buen camino, pregúntale a tu jefe qué necesitas para ser promovida. Si no logras tu propósito vuelve a tu trabajo redoblando esfuerzos. Reconociendo que tienes más que aprender, alivia tu estrés.
Causa No. 4. Viviendo con un termómetro del bienestar que está descompuesto
La gente tranquila tiene una alta dimensión de la alegría. ¿Cómo balancear esa medición? Poniendo atención. Trata de cultivar un sentido de gratitud aún por las cosas más pequeñas en la vida y una intensa percepción de todas tus experiencias. La mayoría de nosotras pasamos un 90 por ciento de nuestras vidas en la inconsciencia.
Causa No. 5. Sabiendo a dónde se va tu dinero
Cuando no sabes a dónde va tu dinero, no sabes a dónde va tu vida. Permite que tus prioridades te guíen. La manera como gastas tu dinero debería ser un reflejo de lo que es más importante para ti. Cuando vives de acuerdo a tus preferencias una buena cantidad de estrés se evapora.
Causa No. 6. Definiendo tu éxito
Llena el blanco: Mi éxito se debe a... ¿Se relaciona tu respuesta con tu puesto o tu salario? Esto señala un problema. Significa que tú ?yo? está definido externamente; no tienes una idea clara de cómo verte a ti misma. Encuentra otra manera de definir tu éxito. Las personas no estresadas se lo explican con frases como éstas: ?Sé que voy bien porque no me despierto a las 2:00 a.m., preocupada y tensa? o ?No le grito a mis seres queridos por la menor contrariedad?.
Causa No. 7. Limitando tus experiencias
Invierte tu dinero en diligencias que aumenten tu cultura. Esto te motivará. Escoge una actividad que te atraiga, que te interese, que aumente tu seguridad propia. Las personas seguras se sienten satisfechas de sí mismas ?y menos propensas a estresarse.
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