Querida secretaria:
CADENA DE MANDO
La cadena de mando a nivel ejecutivo es una tradición sacrosanta en los negocios, que ninguna asistente puede ignorar. Una de las reglas, no escritas, en el mundo del trabajo, es que cuando un empleado tiene una requisición que hacer o una sugerencia que ofrecer fuera de su departamento, primero debe consultarlo con su jefe. Su superior inmediato se ofendería si hubiera sido ignorado.
Aun cuando se trate de un asunto de poca importancia, es aconsejable que informes a tu jefe de tus planes. Los jefes, por lo general, aprecian el estar enterados de las actividades de su departamento y pueden molestarse si no se las comunican primero.
MANÉJESE CON CUIDADO
Si te confrontas con un jefe difícil, date un plazo de seis meses para ganar su buena voluntad. Emplea todos los aduladores refinamientos de la diplomacia: sutileza, perspicacia y tacto. Haz un intento sincero para simpatizar con él. Usualmente este tratamiento tiene éxito.
En el caso que esto no funcione y si te gusta trabajar en esta empresa, el destino puede ayudarte si tienes paciencia y puedas encontrar acomodo en otro departamento. Obtén información fidedigna de los demás departamentos y trata de que te asignen al de tu preferencia. Tendrás mejor suerte si fraseas tu solicitud de cambio en términos de tu interés por el trabajo, sin admitir tu inhabilidad para ajustarte a tu actual jefe.
TRABAJANDO PARA UNA MUJER
El necio rumor de que las mujeres ejecutivas son difíciles de complacer, es probable que lo haya iniciado un hombre que fue desplazado por una mujer. Tú eres mujer, eres amable, complaciente, considerada, ¿o no es así? Y si llegaras a ocupar una posición ejecutiva seguirías siendo la misma, quizá más experimentada, pero básicamente la misma.
Tratándose de jefes, los individuos varían, pero no porque una mujer llegue a un puesto ejecutivo deberá ser juzgada como un ogro.
Si se llevara a cabo una encuesta entre jóvenes que están trabajando con ejecutivas, el resultado sería positivo en su mayoría. Para llegar a un posición importante, una mujer debe ser verdaderamente excepcional. Aun en nuestra era progresista, las mujeres ejecutivas son exageradamente superadas en número, por los hombres.
Una ejecutiva probablemente tiene que escalar rangos para llegar a ocupar un puesto de mando. Esta experiencia la hace más considerada, en muchos aspectos, que a un hombre. Ella recordará lo que tuvo que pasar al inicio de su carrera y probablemente sea más comprensiva en los tiempos difíciles. Siendo mujer, puede apreciar tus problemas mejor y es casi seguro que sea más respetuosa de tu vida personal.
LEALTAD
La lealtad es la más valiosa virtud en el mundo de los negocios. Como asistente, tú eres sin duda alguna, la mejor agente de publicidad de tu jefe. Sus clientes, sus superiores, su personal, no deben oír sino comentarios positivos de tu jefe por parte tuya.
De acuerdo, algunos jefes no merecen lealtad, ni respeto. Pero una asistente que no es leal, pierde la aprobación de los demás y su actitud se reflejará en forma adversa en ella y en su trabajo. Si te encuentras en esta situación, que a pesar de tus esfuerzos no puedes respetar a tu jefe, será mejor que cambies de empleo.
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