En la ciudad de Durango hay cerca de 100 panaderías que operan informalmente.
Con fuertes dificultades para sostener el precio de sus productos, la industria panificadora de Durango inició el 2005 y ahora analiza a fondo si está en condiciones de soportar o no los precios actuales de los comestibles que fabrican.
Benjamín Flores Gómez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora, Delegación Durango (Canainpa), no descartó la posibilidad de que los tabiques a base de harinas sufran un incremento en el precio.
Por otro lado, el empresario denunció la existencia de al menos 100 fábricas caseras o informales que pudieran estar fuera del control de las autoridades y generando competencia desleal en la ciudad de Durango.
En tal sentido, Flores Gómez aclaró que este tipo de competencia, aunada a la de los grandes centros comerciales, ha provocado que las panificadoras se sostengan con poco margen de ganancia.
Lo anterior, dado que los costos de los insumos básicos de las panaderías se han ajustado sin retraso, algunos se incrementan cada mes, como sucede con los energéticos –gas, gasolina y electricidad, incluso-.
Mientras, el precio actual del pan en sus distintas modalidades ha registrado solamente un ligero incremento en los últimos tres años y medio, ya que fue aumentado a mediados del 2004, pero no se había ajustado su precio durante los dos años y medio anteriores a esa escalada.
“Estamos en el proceso de revisión de gastos, costos y margen, pero creo que por lo pronto no se hará un incremento en el costo de los productos de la industria del pan...”, declaró Benjamín Flores Gómez al ser entrevistado en la sede del Consejo Coordinador Empresarial.
Y agregó en ese tenor: “... Bueno, al menos puedo asegurar que en los siguientes seis días no habrá aumento. Ya empezando febrero, si viene algún aumento considerable en nuestros insumos, no tendremos otra salida”.
Flores expuso que los industriales del pan han buscado mecanismos para reducir costos y gastos, a través de inversiones en mejor tecnología y adquisiciones programadas para poder sostener el precio del producto.
“Los energéticos, igual que a todo mundo, nos han impactado, aunque la verdad ha sido pequeño el incremento, mensual pero pequeño”, dijo.
INFORMALIDAD
Problema que lacera
La industria panificadora se dice inconforme con la proliferación de empresas que fabrican pan sin el control de las autoridades y evadiendo el pago de contribuciones al fisco y obligaciones con otras instancias de gobierno.
Según el último censo económico del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en Durango operan más de 140 panaderías de distintos tamaños, lo cual es incongruente con la membresía de la Canainpa que registra la adhesión de 18 empresas, detecta algunas grandes que están fuera de la Cámara y el resto no están ubicadas.
Benjamín Flores, presidente del organismo empresarial, dejó entrever que existe mucha gente que se dedica a la actividad de la industria del pan sin registros ni controles.
“Si hablamos de justicia y equidad, yo creo que las autoridades deben cumplir con su función respecto de aplicar las diversas normatividades que inciden en la elaboración de estos productos... Si al abrir una panadería le exigen todos estos requisitos, lo menos que debe hacer la autoridad es aplicar la ley parejo”, abundó.
