Basta sumar dos más dos, para entender que Coahuila corre serios peligros. Primero, el presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, José Antonio Ortega Sánchez, lanza la advertencia: en Coahuila hay “focos rojos” por la colindancia con entidades a las que se les implementó el programa México Seguro y por la fuerte corrupción que impera en las corporaciones policiacas. Y las reacciones se desataron.
Segundo: el gobernador Enrique Martínez reconoció que las medidas adoptadas por el Gobierno Federal para incrementar la persecución de criminales en estados inseguros, pone en riesgo la tranquilidad de estados donde la delincuencia no es tan radical. Tercero: el gobernador electo Humberto Moreira Valdés, aseguró que una de sus primeras acciones al frente del Gobierno Estatal será blindar a Coahuila contra el crimen organizado y anunció que en materia de seguridad se invertirían de inmediato 300 millones de pesos, de los cuales ya cuenta con la mitad.
Cuarto: el alcalde Guillermo Anaya reconoce que “sí es preocupante el avance el ‘narcomenudeo’”, y que si bien los municipios no tienen facultades para combatir esta actividad, se deben coordinar los esfuerzos de los tres niveles de Gobierno y de la sociedad para tratar de erradicar al mínimo este problema. Quinto: para el alcalde electo, José Ángel Pérez, el avance del “narcomenudeo” en esta ciudad es un asunto preocupante, serio, que requiere un blindaje ciudadano; “ y es es que a nadie le gustaría que a sus hijos les ofrecieran “un pase de cocaína en una fiesta en la discoteque o que se la vendieran afuera de la escuela”.
Y por si esto fuera poco, sexto: el presidente del Consejo de Participación Ciudadana de la PGR, Luis Cuerda Martínez, sentencia que “Coahuila enfrenta un grado de peligro importante por el avance del ‘narcomenudeo’, ya que no se ha implementado el programa México Seguro; puede sufrir los efectos letales de dos estados, Tamaulipas y Nuevo León, que ya fueron fumigados figurativamente con este programa”.
La advertencia es contundente y el nivel de preocupación, justo. Cabría la pregunta ¿habrá alguien que considere como exagerado el colocar a Coahuila -en general- y La Laguna -en particular- como foco rojo? Pues sí, precisamente Tranquilino Juárez Ortega, delegado estatal de la PGR. El funcionario dice que aquí no hay avances del crimen organizado como en otros estados. Así de simple.