Con una sala de velación, dos servicios portátiles y una sola carroza, el velatorio del DIF Municipal atiende a los ciudadanos de más escasos recursos económicos, de aquellos de los que ni la muerte tiene compasión al causarles mayores gastos; sin embargo, la administradora del lugar, María del Carmen Hernández Martínez, asegura que se dan abasto para la afluencia registrada.
Hay quienes pagan 500 pesos por un sencillo cajón de madera para el cuerpo inerte de su ser querido y así darle el último adiós. Esa cantidad también les incluye el traslado del difunto de su casa o el velatorio a las honras y al panteón. Pero hay otros que en definitiva, ante la crisis económica en la que viven, tienen que pedir ayuda a la dependencia de asistencia social para quedar exentos del pago.
Por eso, Hernández Martínez, dice que el establecimiento no genera ganancia alguna, es más, en ocasiones apenas y alcanzan a recuperar lo que ha sido invertido para su manutención, pero se trata de apoyar a quienes más lo necesitan en esos momentos de dolor y de carencias.
Explicó que por lo general, atienden cerca de 30 servicios funerarios al mes, es decir, casi uno diario, aunque en ocasiones la cifra puede disminuir, como por ejemplo, en septiembre del año pasado donde las estadísticas que fueron 21.
Por lo general, cada semana, tres o cinco servicios son sin costo, ya que las personas acuden directamente con las autoridades responsables del DIF municipal para explicarles la complicada situación que viven, y que ese dinero implica quedarse sin comer o no poder regresar a su lugar de origen.
Y es que hay muchas personas provenientes de los diferentes municipios del territorio estatal que trasladan a sus enfermos al Hospital General de la ciudad capital y aquí fallecen; así que en algunos casos optan por enterrarlos aquí, o bien, que la carroza los lleve hasta su lugar de nacimiento para que sepulten a su pariente en compañía de todos sus familiares.
Según explicó la servidora pública, aunque sólo cuentan con una sala de velación, tienen la alternativa de llevar a cabo otros dos funerales mediante su equipo móvil, aunque destacó, que hasta el momento no se han visto rebasados en cuanto a la afluencia de gente que contrata sus servicios.
Abundó que desde el momento mismo de su apertura, con sólo dos personas en la atención al público, permanecen abiertos las 24 horas del día, los 365 días del año y que en diciembre del 2004 atendieron 31 servicios, en su mayoría niños que partieron con el desconsuelo de sus padres.
Explicó que el velatorio está a disposición de la sociedad en general, el único requisito es que presenten su acta de defunción correspondiente, pues en caso contrario, no se les vende el féretro.