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MÉXICO, DF.- Afrontar el fallecimiento de un ser querido nunca es fácil y en la mayoría de los casos es inesperado, pero lo que es más difícil hacer es solventar los gastos que representan los servicios funerales, que van desde dos mil hasta 240 mil pesos.
En México, la industria que gira alrededor de la muerte maneja más de siete mil 500 millones de pesos al año tan sólo en servicios funerarios, según representantes de este sector.
Aseguran que ante el incremento que han registrado los precios de los entierros, la gente ha optado en los últimos años por los servicios de cremación, los cuales en fechas recientes han aumentado seis por ciento tan sólo en el Distrito Federal.
A nivel nacional, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cubre alrededor de cinco por ciento de los servicios funerarios del país y el resto lo ofrecen cerca de cinco mil empresas privadas dedicadas al ramo.
Los servicios del IMSS son los más económicos, porque van desde los dos mil hasta los ocho mil pesos, en tanto que la incineración tiene un costo de mil 500 pesos y la urna más económica de sólo 370 pesos.
La capilla cuesta 425 pesos, el embalsamamiento del cuerpo cinco mil 500 pesos, un ataúd de metal económico mil 600 y el autobús que trasladará a los deudos al cementerio tiene un costo de 870 pesos.
Cualquier persona puede contratar los velatorios del Seguro Social y por paquete el Instituto cobra alrededor de cuatro mil pesos.
La mayoría de los servicios funerarios tienen un servicio básico que incluye la recolección y traslado del cuerpo desde el hospital o domicilio donde falleció el familiar, velatorio en capilla, un ataúd, carroza, arreglos florales y trámites legales.
Por supuesto, en las funerarias privadas los precios por paquete van desde los 11 mil pesos, hasta los 241 mil pesos en el caso de ser de lujo. En una prestigiada agencia funeraria del Distrito Federal, los presupuestos van desde los 11 mil a los 180 mil pesos, que deben ser pagados de contado. La diferencia entre un pago inmediato y otro a futuro es de alrededor de 20 por ciento del total.
En Mausoleos del Angel, un exclusivo panteón privado al sur de la ciudad de México, las criptas cuestan entre 23 mil 876 y 36 mil pesos, que puede ser liquidado en pagos con un enganche de 15 por ciento. Por el contrario, el Gobierno del Distrito Federal ofrece servicios de cremación por 500 pesos, aunque el costo baja a 399 pesos si un cuerpo que lleva más de siete años de enterrado es incinerado.
En la zona metropolitana de la Ciudad de México existen unas 350 agencias -de cuatro mil en todo el país- que dan servicio a los 117 panteones, de los cuáles 102 son públicos.
Representantes del sector aseguran que el negocio de la muerte es un mercado que está madurando, pues existe un enorme potencial para desarrollar empresas enfocadas a nichos específicos, pues es un servicio que todos tendrán que contratar una vez en su vida.