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ROMA, ITALIA.- El Papa Benedicto XVI pidió ayer que prevalezca el diálogo en Bolivia, una nación que ha sido afectada durante las dos últimas semanas por un gran descontento social, y también solicitó la liberación de una rehén italiana capturada en Afganistán.
Su Santidad Benedicto XVI formuló sus comentarios desde la ventana de su estudio con vista a la Plaza de San Pedro, repleta de decenas de miles de personas que aguardaban su bendición dominical.
El Papa dijo que estaba muy preocupado por la “inquietante” situación en Bolivia, donde grandes protestas callejeras y bloqueo de rutas han paralizado prácticamente La Paz, la principal ciudad del país, desde el 16 de mayo.
Los manifestantes exigen la nacionalización de la industria petrolera así como la convocatoria a una asamblea que redacte una nueva Constitución destinada a dar a la población indígena, la mayoría del país, una participación más grande en la sociedad.
“En tanto los invito a ustedes a orar por ese querido pueblo, encomiendo a la Virgen mis esperanzas y mi llamado para que prevalezca la búsqueda del bien común, el sentido de la responsabilidad y la disposición a mantener un diálogo abierto y fiel”, manifestó el Papa.
El Pontífice también reclamó la libertad de Clementina Cantoni, una empleada italiana del grupo de asistencia humanitaria CARE Internacional, secuestrada por hombres armados el 16 de mayo cuando era conducida a su hogar en Kabul.
