Agencias
WASHINGTON, EU.- El Ministro de Hacienda brasileño, Antonio Palocci, insistió ayer en la necesidad de que se aporten fondos adicionales al Banco Mundial para que el organismo no quede descapitalizado tras la cancelación de la deuda a países pobres.
El Fondo Monetario Internacional se comprometió el sábado a condonar la deuda a un grupo de países pobres antes de finales de este año, una iniciativa que podría traducirse, según el Fondo, en el perdón de hasta 55 mil millones de dólares que un grupo de naciones deben a los organismos de crédito multilaterales.
Tanto el Fondo como el Grupo de los Ocho (G8) prometieron aportar dinero extra con el que suplir los fondos que dejarán de ingresar por la condonación de deudas.
Pero Palocci expresó sus dudas sobre lo que se ha acuñado como "adicionalidad", o aportación extra de dinero, de ahí que mostrase hoy su preocupación con la propuesta en marcha, en un discurso ante el Comité de Desarrollo, un organismo conjunto del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
El ministro brasileño aseguró estar "muy preocupado" con cualquier iniciativa que cambie el actual mecanismo de financiación y lo convierta "simplemente en un sistema de desembolso de donaciones".
Para impedir que el Banco se enfrente en el futuro a problemas de liquidez, Palocci se mostró partidario de un acuerdo con estrictas cláusulas legales sobre la aportación de fondos, para asegurar, de ese modo, la salud financiera del Banco.
El funcionario latinoamericano también abogó por la aprobación de la Ronda de Doha y recordó que el acuerdo comercial generaría ganancias anuales por valor de alrededor de 250 mil millones de dólares anuales para 2015.
Insistió en que "una tercera parte de la ganancia global" se acumularía en los países en desarrollo.
Con ello, los países ricos podrían evitar el pago del 0.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en ayuda externa, un compromiso a largo plazo que adquirieron en la Cumbre de Monterrey en 2000.