EFE
Ciudad del Vaticano.- El Papa Benedicto XVI expresó ayer su preocupación por el incremento de la corrupción, de la infiltración del narcotráfico y del crimen organizado en la sociedad mexicana, así como por la situación de pobreza que se vive en México y la expansión de las sectas religiosas.
El Obispo de Roma así lo manifestó en el discurso que dirigió a los obispos de las diócesis de Morelia, Monterrey y San Luis de Potosí, que acudieron a la residencia de verano de los Papas de Castelgandolfo, a treinta kilómetros al sur de Roma, para la quinquenal visita ?Ad limina apostolorum?.
?Sigue siendo motivo de gran preocupación que en algunos ambientes, por el afán de poder, se hayan deteriorado las sanas formas de convivencia y la gestión de la cosa pública, y se hayan incrementado además los fenómenos de la corrupción, impunidad, infiltración del narcotráfico y del crimen organizado?, afirmó el Papa en su discurso.
Ratzinger añadió que todo ello lleva a diversas formas de violencia, indiferencia y desprecio del valor inviolable de la vida.
El Pontífice subrayó que México tiene ante sí el reto de transformar sus estructuras sociales para que sean más acordes con la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales y aseguró la colaboración de los católicos, para lograrlo.
Benedicto XVI, en su discurso en español, resaltó asimismo que en México se vive frecuentemente en una situación ?de pobreza?.
?En muchos fieles se constata, sin embargo, una fe en Dios, un sentido religioso acompañado de expresiones ricas en humanidad, hospitalidad, hermandad y solidaridad?, agregó a continuación el Papa, que subrayó que esos valores se ponen, sin embargo, en peligro con la migración al extranjero.
A este respecto añadió que muchos de los mexicanos que emigran al extranjero trabajan en condiciones precarias, ?en un estado de indefensión y afrontando con dificultad un contexto cultural distinto a su idiosincrasia social y religiosa?.
Benedicto XVI subrayó también la crisis religiosa que atraviesa México, asegurando que muchos bautizados, influenciados por innumerables propuestas de pensamiento y de costumbres, son ?indiferentes a los valores del Evangelio e incluso se ven inducidos a comportamientos contrarios a la visión cristiana de la vida?.
Joseph Ratzinger añadió que a lo anterior hay que unir las actividades de las sectas y los nuevos grupos religiosos que están surgiendo en América.
El Papa se despidió de los prelados encomendándolos a la Virgen de Guadalupe.
