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ROMA, ITALIA.- Varios obreros treparon ayer al techo de la Capilla Sixtina para fijar una tubería de chimenea por la cual emergerá humo blanco, alertando al mundo que ha sido electo un nuevo Papa, mientras el Vaticano ultimaba sus detalles para el Cónclave del lunes.
Asegurado a un cable, un trabajador fue descendiendo por el techo de tejas y quitó una cubierta que tapaba la chimenea. Luego, le insertó un tubo alto, delgado, que le proporcionó un hombre que se hallaba en la apertura del techo en declive de la capilla.
A partir del lunes por la tarde, en el Cónclave de cardenales serán enviadas señales de humo para indicar si fue hallado un sucesor de Juan Pablo II. Humo negro significa que no se ha podido elegir un Papa. Humo blanco señala que hay nuevo Papa.
El humo es causado por las boletas de votación al ser quemadas tras cada sufragio. Los papeles son tratados con productos químicos para que al quemar, salga humo negro o blanco.
Los preparativos para la votación se realizaban en momentos en que el Colegio de Cardenales, que gobierna la iglesia en ausencia del Papa, realizó su penúltima reunión previa al Cónclave.
El vocero del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, dijo que los 138 cardenales presentes pasaron toda la reunión discutiendo los problemas de la Iglesia en el mundo.
Amas de llaves, conductores de autobuses, técnicos y otras personas que tendrán acceso a los cardenales durante el Cónclave prestaron un juramento que les obligará a mantener el secreto. La lista incluye a operadores de ascensores, que llevarán a los cardenales, cocineros, médicos y sacerdotes que escucharán confesiones. El castigo para quienes violen el juramento es la excomunión.
El Vaticano también divulgó el texto de un mensaje firmado por Juan Pablo II el 22 de febrero, dos días antes de ser sometido a una traqueotomía debido a que sufría de problemas respiratorios. En el mensaje, escrito para la Misión Mundial del Domingo, el fallecido Papa pidió a los fieles que aprendieran de los misioneros que habían muerto defendiendo su fe.