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En alguna ocasión alguien dijo que las cucarachas iban a sobrevivir a la raza humana, y no le faltaba razón, pues se trata de insectos muy resistentes con alta capacidad para adaptarse a condiciones adversas a fin de garantizar la supervivencia de su especie. Al ser transmisoras de múltiples enfermedades, desde diversos frentes como la biología molecular, la química y la bioquímica se investiga de manera permanente en busca de nuevas alternativas eficaces para combatirlas.
Al respecto, un grupo de investigadores ha descubierto una nueva forma de atrapar cucarachas, lo que podría incrementar el control de esta plaga de manera radical. Esta noticia es buena no sólo para quienes lidian de manera cotidiana con estos insectos, sino también para quienes son alérgicos a estos insectos.
Algunas proteínas de las cucarachas, los ácaros del polvo, el moho y otras sustancias son causantes de asma, así como de otras reacciones alérgicas; en especial las poblaciones infantil y de adultos mayores son las más sensibles a estos padecimientos.
En años recientes los investigadores han detectado un incremento en el número de niños que padecen asma. Los estudios realizados indican que parte de los casos se deben a que los niños ahora pasan más tiempo en casa, en cuyo ambiente se encuentran diversas sustancias alergénicas, entre ellas ciertas proteínas que desprenden las cucarachas.
Hasta hoy, las mejores formas de terminar con las cucarachas eran rociar con insecticida los lugares donde se les veía merodear; colocar trampas de papel engomado o, fuera de todo recurso científico-tecnológico, combatirlas frontalmente a zapatazo limpio.
Según Coby Schal, científico de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, el nuevo método permitirá a las personas detectar y monitorear las poblaciones de cucarachas con quienes conviven a fin de combatirlas de manera más eficaz.
Schal, quien ha invertido 15 años de trabajo en el estudio de estos insectos, junto con su colega Wendell Roelofs, investigador de la Universidad Cornell, en Estados Unidos, dice que el mejor método para atraer y atrapar cucarachas es el perfume de las hembras (sus feromonas), el cual liberan de una glándula ubicada en el abdomen, y esparcen con sus alas, como señal de que están en busca de un macho para aparearse.
Ambos científicos identificaron la feromona de la cucaracha alemana, la más común de todas y que se ha esparcido por todo el mundo a manera de plaga. Los científicos purificaron la hormona a partir de células tomadas de miles de cucarachas y consiguieron crear una versión sintética de la sustancia.
A fin de probar la efectividad de su trabajo en el laboratorio, prepararon trampas con la feromona sintética colocada en el fondo de recipientes de vidrio recubiertos en sus paredes internas con una sustancia resbalosa a fin de que las cucarachas atrapadas no pudieran escapar. Una vez listas, las trampas fueron colocadas en una granja de cerdos infestada por estos insectos. El resultado fue sorprendente: todos los recipientes se llenaron con machos del insecto.
La feromona, denominada por sus descubridores como blattellaquinona, debido a que el nombre científico de la cucaracha alemana es Blatella germanica, promete ser un efectivo “perfume” para capturar cucarachas y, eventualmente, exterminarlas.
