EFE
LONDRES, INGLATERRA.- Una abuela galesa será la encargada de preparar la tarta de boda de Carlos de Inglaterra a petición especial del príncipe, que probó la delicia gastronómica durante una visita a Gales en el verano del año pasado.
Etta Richardson, de 76 años, prepara desde hace cincuenta años una típica tarta de frutas galesa de una receta familiar, pero no está dispuesta a revelar su secreto por nada del mundo, según reveló a un diario británico.
En realidad, Etta tendrá que preparar un total de veinte tartas para la recepción que ofrecerá la reina Isabel II de Inglaterra en el castillo de Windsor, después de la boda civil con Camilla Parker-Bowles y la bendición en la capilla de San Jorge el próximo ocho de abril.
La tarta de la abuela es la favorita del príncipe desde que la probó por primera vez el año pasado con motivo de una visita a la localidad de Llansteffan, donde vive Etta.
?Me siento honrada, pero es una tarta muy buena?, reconoció la anciana al periódico antes citado. ?Es fantástico que Carlos disfrutara tanto de la tarta, pero fue una sorpresa que me pidieran que preparara veinte tartas para su boda?, dijo.
Esquía antes de casarse
El príncipe Carlos de Inglaterra comenzó ayer en la localidad alpina suiza de Klosters sus últimas vacaciones de esquí antes de casarse.
Carlos está entristecido, según la prensa inglesa, por la polémica desatada entre los vecinos de Klosters y el hijo de uno de sus amigos íntimos, heredero de la dinastía Rothschild.
Nat Rothschild, de 33 años, hijo del multimillonario Jacob Rotschild, quiere convertir un popular restaurante de montaña en su casa privada y ha ofrecido por la propiedad cerca de 1.5 millones de euros, informó el diario británico The Daily Mail .
Los habitantes de la localidad, que creen que es un precio exagerado destinado a disuadir a otros posibles compradores, han decidido hacer una contraoferta y llevan recaudado hasta el momento la mitad de esa cantidad.
El restaurante en cuestión está directamente encima del hotel Walserhof, donde se hospedan Carlos y los dos hijos de su anterior matrimonio con Diana de Gales: los príncipes William y Harry.
Según el Daily Mail , la controversia ha causado tristeza al heredero del trono británico, que tiene buenos recuerdos del restaurante llamado Alpenroesli, donde solía comer con sus hijos para luego bajar desde allí en tobogán hasta el pueblo.
