Nueva York, (EFE).- El arte se ha convertido para muchos colombianos presos en cárceles de Estados Unidos en una herramienta de autoconocimiento y en la llave que abrirá las puertas de su reinserción en la sociedad como individuos.
Es el caso de Joaquín Marino, detenido en una prisión de Brooklyn, y de otro centenar de presos colombianos que han participado en los programas de apoyo moral, creativo y psicológico emprendidos por el consulado de Colombia en Nueva York.
El proyecto "Expresiones de Libertad", puesto en funcionamiento en 2003, y la exposición de pintura "Liberarte: Arte desde las Prisiones", que también es taller y concurso, que estará abierta hasta el próximo 15 de marzo en la sede consular, buscan mostrar la faceta creativa de los presos.
"Nuestra intención es que los detenidos colombianos puedan salir de la miseria que representa el cautiverio. Y la respuesta de ellos ha sido absolutamente increíble", dijo a EFE Diego Victoria, cónsul de Asistencia a Connacionales en Nueva York.
El consulado de Colombia presta asistencia a unos mil 655 detenidos colombianos en la llamada área triestatal, que comprende Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Del total de prisioneros federales, Colombia ocupa el tercer lugar en cuanto a nacionalidad, con el 1.9 por ciento del total de la población carcelaria, detrás de los estadounidenses, con un 71.3 por ciento, y los mexicanos, con un 17.2 por ciento.
Del total de detenidos, el 93.2 por ciento son hombres con edades comprendidas entre los 18 y los 70 años, y aproximadamente el 80 por ciento de sus casos están relacionados con el narcotráfico.
Todos los reclusos son deportados a Colombia una vez cumplen su sentencia, que suele ser de entre cinco y diez años de cárcel.
Facilitar esa dura etapa de transición en las cárceles es la misión del proyecto vocacional artístico "Liberarte", que este año ha presentado una exhibición en el consulado, en la que participan Marino y otros presos artistas como Christian Cortés y Alonso Ganoa.
"Es estimulante y muy importante para nosotros que nos encontramos en tan desafortunada situación, que se nos tenga en cuenta", dice Marino en la carta enviada al consulado, junto a su obra.
Para el programa de este año, el consulado envío a los 1.655 presos colombianos folletos instructivos en técnicas de dibujo y pintura, incluidos el retrato, el autorretrato y perspectiva.
Unos 104 presos realizaron los cursos por correspondencia, de los cuales 25 participaron en el concurso y enviaron su obras para la exposición.
La respuesta del público ha sido tan positiva que ya se han ofrecido compradores para algunos de los trabajos.
María Isabel Ángel, que trabaja en el departamento de Ayuda a los Connacionales, agregó que "lo importante de estos proyectos es que ellos (los presos) y sus familias se sientan apoyados".
Las obras, muchas de las cuales son técnicamente limpias y cuidadosamente acabadas, están cargadas de gran simbolismo.
Entre los temas y personajes predominan el erotismo y mujeres, así como hombres alados, pájaros y mariposas que remiten a la idea de libertad.
