Agencias
MÉXICO, DF.- Para el presidente Vicente Fox, la participación de México como invitado de los países del G-8, implica un reconocimiento al nuevo liderazgo internacional del país.
En su programa de radio “Fox Contigo”, el mandatario dijo que el viraje en la política exterior, enfocada a la protección de los derechos humanos, así como el combate al terrorismo, a la delincuencia organizada y el acceso a nuevos financiamientos para impulsar el crecimiento económico, ha generado un nuevo reconocimiento al país.
“Creo que no miento y al revés, puedo decirlo con absoluta tranquilidad, hay un gran reconocimiento a la sólida postura de México en los temas globales”, señaló el presidente.
El jefe de Ejecutivo retomó de nuevo la importancia del triunfo electoral del dos de julio de 2000 y lo ligó con la nueva política exterior y sus beneficios, como el ser invitados a la reunión en Escocia de los países más desarrollados del mundo.
“Afuera la presencia de México se ha refortalecido, ha adquirido una nueva dimensión, lo que estamos dispuestos a exigir y a promover dentro de México, estamos dispuestos a que también sea una exigencia en el exterior”, afirmó el presidente Fox.
“Lo que estamos dispuestos hacer adentro, tenemos que llevarlo afuera como un acto de congruencia moral. En México la democracia nos trajo cambios sustantivos en materia de derechos humanos”, dijo.
En la transmisión participó el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, quien explicó, a petición del presidente, el porqué el país fue invitado a participar en el encuentro anual del G-8 y por qué México forma parte del llamado G-5 (integrado también por China, India, Sudáfrica y Brasil).
El canciller dijo que México fue invitado al encuentro en reconocimiento a su lucha por los derechos humanos en su política exterior y por ser la décima economía del mundo.
Si bien México tiene problemas de pobreza, señaló, también tiene una gran actividad comercial con otros países, por lo que debe ser tomada en cuenta para aproximar a los países desarrollados con los países emergentes y los que están en vías de desarrollo.
Derbez consideró que el impulso al respeto de los derechos humanos como parte de la política exterior sorprendió a muchos porque los anteriores gobiernos no querían que se les examinara en esa materia.
“Por eso hemos encontrado en nuestro país mucha resistencia, porque no se ha entendido en algunos sectores que la importancia del tema de derechos humanos sobrepasa a otros que tradicionalmente fueron los temas mexicanos de política exterior”, señaló el canciller.
