El Siglo de Durango
A pesar de que este primero de diciembre abrieron algunas calles del Corredor Vial Sureste, esta vialidad aún se encuentra en total desorden y confusión, tal como aseveran los automovilistas que se vieron afectados por los trabajos de remodelación.
En un recorrido que realizó El Siglo de Durango por esta obra que se encuentra inconclusa, se constató que se tienen 20 accesos cerrados con mallas color naranja, de tal forma que se desconoce si serán parte de una desviación o de una entrada a otro carril.
El recorrido de este medio informativo inició a las 13:00 horas por el tramo de Dolores del Río a Domingo Arrieta, tardándose menos de un minuto en la salida para dar vuelta hacia del bulevar Domingo Arrieta, con una fila de aproximadamente diez carros.
El cruce fue complicado, ya que los tránsitos realizaban el trabajo de los semáforos; algunos automovilistas se mostraron desesperados, ya que había carriles que no estaban en funcionamiento.
Algunos choferes tanto particulares como del transporte público aún se mostraban temerosos de utilizar las vías que estaban cerradas, por lo que nuevamente tomaron las calles que se habilitaron como vías alternas.
De norte a sur, contnuaban apareciendo las mallas color naranja que tapaban los carriles; este hecho confundió a varios conductores, que quisieron seguir las flechas pintadas.
En donde se ubicaba la glorieta de Francisco I. Madero, se vio un dispositivo fuerte de agentes de Vialidad en donde nuevamente realizaron el trabajo de semáforos, e informando a la gente por qué carril debía circular; a algunos elementos hasta les causaba molestia que les preguntaran.
Cuando se circuló por el tramo de bulevar Durango, frente a la plaza comercial que se encuentra frente al Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicios No. 130, se vio una densa nube de polvo y material de construcción abandonado, y llenos de tierra y grava los carriles centrales de esta vialidad. En este tramo también aparecieron dos mallas y permanecía cerrada la calle de entrada al fraccionamiento Los Fuentes.
Al llegar a las obras que se encuentran en el fraccionamiento Real del Mezquital, había poco movimiento, tanto de personal que se encuentra encargado de las obras como de automovilistas.
En esta obra sólo faltan detalles mínimos; sin embargo, también se vieron algunas mallas que obstaculizaron la circulación.
Regresando por el mismo flujo, se percibió que fueron cerradas algunas de las calles como la entrada a los fraccionamientos Huizache I y II, obstaculizando el paso de los camiones del transporte público, cuyos conductores tuvieron que buscar y utilizar las calles contiguas.
En donde no se mostró ningún tipo de servicio de seguridad ni de agentes de Vialidad fue en el CBTIS 130, pues se formó un “cuello de botella”.
Saliendo de esta calle, todo fue más ágil por la ausencia de transporte público, pero esta tranquilidad no duró, ya que 100 metros más adelante se encontraba la fila de camiones que, desesperados, llegaban al checador.
Nuevamente, al pasar por el cruce Domingo Arrieta y Dolores del Río, se despejó rápidamente la circulación porque casi no había tránsito vehicular, lo que no es normal en horas “pico”, al principio de quincena y en época decembrina.
Finalmente, el caos vial apareció en la entrada de la Plazuela Baca Ortiz, en donde también se mantuvo un carril cerrado; a esto se le agregó el tráfico vial de los burócratas que salían de su trabajo, además de los choferes de transporte urbano y rural que se estacionaban para descenso y ascenso del pasaje.
