EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El robo de accesorios de vehículo es el ilícito que prevalece dentro de las estadísticas de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), con una incidencia del 50 por ciento en relación con el resto de delitos, informó el titular de la dependencia, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera.
El robo de autopartes o accesorios está tipificado como un delito menor y es uno de los que mayor reincidencia se tiene, en donde los afectados además del daño patrimonial, sufren de pérdidas materiales, ya que les rompen el cristal de la ventanilla, así como el tablero de su coche y ni se diga de donde tienen colocadas las bocinas de su estéreo, subrayó Gutiérrez Pesquera.
Al mes, continuó, se registran al menos 60 o más reportes de robo de autopartes, lo que representa, en relación al resto de los robos en sus diferentes modalidades, el 50 por ciento.
El director de Seguridad Pública dijo que existen al menos dos o tres bandas de ?aleteros? que trabajan en la ciudad, siendo la más conocida la de ?Los Titinos?, cuyos miembros que hace tiempo fueron arrestados, señalaron el bazar El Faro, como el lugar donde comercializan el fruto de sus fechorías.
El funcionario policiaco hizo una reflexión al decir que ?sí sabemos quiénes cometen estos latrocinios, pero no podemos hacer nada si no hay flagrancia y aun así, por experiencia tenemos conocimiento de que aunque sean arrestados, en pocas horas quedan en libertad y no por fallas en la averiguación ni por error de los jueces, sino porque así lo establece la Ley?, subrayó.
?De qué sirven los premios que se otorgan a los elementos que logran detener, ?con las manos en la masa? a los ladrones, si éstos cuentan con un equipo de abogados especializados en encontrar los resquicios de la Ley para conseguirles la libertad rápidamente?, se preguntó Gutiérrez Pesquera.
Asesorados por esos mismos profesionistas del ?Derecho?, la siguiente vez que son arrestados, se cambian de nombre y aquí acaban con la reincidencia, puesto que tal parece que las fianzas las consiguen compañías especializadas que no tienen conocimiento de la recurrencia de sus clientes.
Por ello, para los 700 u 800 ciudadanos que al año son víctimas de estos malhechores, nunca se les quitará de la cabeza que existe mucha inseguridad en la localidad donde viven, pues el delito del que fueron objeto quedó impune y los responsables siguen en las calles, cometiendo más fechorías, expresó.