El acoso sexual en contra de las mujeres en sus fuentes de trabajo permanece en el silencio, opina Ignacio Gómez Romero, delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) quien además dice que estiman que en el diez por ciento de las empresas prevalecen las conductas discriminatorias hacia el sexo femenino.
Respecto del hecho de que varias empresas prefieren contratar a un hombre que a una mujer o bien hacen una notoria diferencia de pago por motivo de sexo, el funcionario federal explica: ?a esto se le llama el techo de cristal y es la cultura que la gente tiene cuando cuenta con dos personas con la misma capacidad; termina contratando a la mujer si es que es mucho más capaz que el hombre, pero cuando están en igualdad de circunstancias terminan pagándole más al hombre que a la mujer?.
El entrevistado declara que hasta el momento no han recibido queja alguna por concepto de acoso sexual; sin embargo, es indudable que el problema existe en la entidad aunque las mujeres prefieren callar por miedo debido a prejuicios sociales.
?Yo no dudo que se dé en las empresas pero no tenemos estadística porque las mujeres tienen miedo de decir que hay acoso sexual porque luego su dignidad entra en juego y ellas piensan que se van a ver mal si acusan esto?, platica para luego hacer un exhorto a que las obreras se acerquen a la autoridad.
El entrevistado señala que la STyPS tiene un convenio con su homóloga estatal para revisar las nóminas de las empresas y checar que, en efecto, las mujeres gozan de equidad en su salario al igual que los varones y abatir el panorama desfavorable para las trabajadoras.
?Tenemos tres años en la Secretaría. El primer año, cuando entramos, encontramos mucho de esto. Hoy sólo el diez por ciento de las empresas siguen teniendo esta práctica, pero del 90 por ciento que había es un gran avance?, declara.
Los empresarios duranguenses han cambiado su forma de pensar gracias a las constantes pláticas que se mantienen con ellos, explicándoles que la mujer tiene los mismos derechos y que, incluso, en algunas labores tienen mayor rendimiento que los hombres.
La STyPS está en contra de que las empresas pongan como requisito la prueba de la no gravidez para contratar a las mujeres. ?El problema está que en que cuando llegamos a hacer convenios con los empresarios y cuando las trabajadoras se contratan y no dicen que están embarazadas, luego no van a sus revisiones periódicas y el Seguro Social termina cobrando capitales constitutivos muy caros?, declara.
Así que guardar el embarazo en secreto es contraproducente para los patrones, quienes al final ?pagan las consecuencias?.
Gómez Romero externa que las mujeres que sean víctimas de la violación de sus derechos laborales pueden acercarse a la STyPS, ya que cuentan con abogados para defender, asesorar y decirles a los empleados cuáles son sus responsabilidades. El teléfono al que se pueden comunicar es el 8140183.
Mano de obra
Según el documento ?La Situación de la Mujer Duranguense?, en la entidad, el sexo femenino ha avanzado en su participación económica si se compara con décadas anteriores, pero la oportunidad de trabajo es mayor para los varones.
El perfil de las mujeres trabajadoras muestra que las viudas o separadas y divorciadas tienen una mayor participación que las mujeres con pareja, quienes siguen en su rol de amas de casa. En cuanto al acceso a la educación los datos arrojan que el nivel promedio que alcanza la mujer trabajadora es la instrucción media superior, lo que se traduce en menores probabilidades de ocupar un puesto.
La falta de oportunidades de trabajo y las condiciones económicas del país también han incidido en las mujeres obligándolas a migrar en busca de los recursos para su manutención. Además, aquéllas que además de su empleo se desempeñan como madres de familia realizan una doble jornada, ya que trabajan más de 60 horas a la semana, incluyendo sábado y domingo, de acuerdo con lo plasmado en el libro emitido por el Instituto de la Mujer Duranguense.