Corren peligro de muerte más de 40 millones de personas en el mundo por ser portadoras del VIH
EL UNIVERSAL-AEE
TEL AVIV, ISRAEL.- El profesor Roberto Gallo, uno de los descubridores junto a Luc Montagnier del virus del Sida, hace 24 años, ha manifestado en Tel Aviv que “se están dando interesantes pasos adelante” para conseguir una vacuna que elimine ese flagelo.
Esas investigaciones, que hasta la fecha han permitido bloquear el Virus de Inmunodeficiciencia Humana (VIH) en monos, se llevan a cabo en su Instituto de Virología Humana de la ciudad estadounidense de Baltimore, informó Gallo durante una disertación en la universidad de Bar Ilán.
La enfermedad, identificada por primera vez en 1981, ha causado la muerte de 30 millones de personas, y más de 40 millones corren peligro de muerte por ser actualmente portadores del virus. No obstante, en declaraciones al matutino Jerusalem Post, el científico indicó ayer que no puede pronosticar cuándo podrá aplicarse la vacuna a seres humanos.
“El virus del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) no desaparecerá en tres meses ni en tres años, y quizá nunca”, dijo el científico.
La vacuna en ciernes también ha sido probada con éxito en conejos y perros de laboratorio.
Igualmente, se experimentó con monos “que fueron vacunados y después infectados con el virus; el resultado fue muy impresionante”, aseguró Gallo, quien añadió que pronto publicará el resultado de los estudios.
La vacuna frenó la entrada del virus en las células de esos animales de laboratorio, señaló Gallo, pero su efecto cesó tres meses después de serles administrada, y ésta es una incógnita para los investigadores del Instituto de Baltimore.
“Hay que encontrar una vía para conseguir un alto nivel de anticuerpos” en el organismo para combatir el virus, indicó el investigador. La vacuna que investigan en Baltimore “no contiene el virus del Sida sino proteínas, y por tanto no corre peligro la vida de los animales empleados para experimentarla”.
El profesor Gallo dijo que, “hay que investigar posibles curas en distintos países, según su población, y concentrarse en la búsqueda de vacunas. El del Sida no es un virus común, es una serie de virus capaces de cambiar el código genético de las células y en corto tiempo y de destruir el sistema inmunológico”.
“La vacuna debe frenar al virus en la puerta de las células, como si fuese un vigilante que vela por la seguridad en un restaurante, e impedirle irrumpir en su interior”, comentó.
Gallo se mostró “optimista pero sólo en parte, pues hay muchos obstáculos aún en el camino hasta llegar a la vacuna”.