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ROMA, ITALIA.- Uno de los consejeros más cercanos del Papa Juan Pablo II dijo ayer que espera que el fallecido pontífice pueda ser canonizado el mes próximo durante las celebraciones del Día Mundial de la Juventud en Colonia, Alemania.
“Todo es posible, pero no sé si será oportuno”, declaró el arzobispo Stanislaw Dziwisz. Dijo, no obstante, que Colonia sería una oportunidad perfecta porque “nadie quería más a los jóvenes que el Papa, y ellos lo amaban”.
“Sería maravilloso que un Papa alemán canonizara a un Papa polaco en Colonia”, sostuvo.
Dziwisz expresó también que el Pontífice Benedicto XVI visitará Polonia en los próximos meses. “Lo ha prometido”, indicó.
Hasta ahora Benedicto XVI sólo ha confirmado un viaje al exterior, el que realizará entre el 18 y el 21 de agosto a Colonia.
En las últimas semanas se han incrementado las especulaciones de que podría beatificar a Juan Pablo II durante los festejos del Día de la Juventud, acelerando el camino hacia su posible santidad.
Benedicto prescindió del tradicional periodo de cinco años de espera y permitió que el proceso de beatificación comenzara oficialmente sólo tres meses después del fallecimiento de Juan Pablo II, el dos de abril.
Dziwisz, quien se desempeñó como secretario privado de Juan Pablo, especificó que quería que Juan Pablo II fuera canonizado -y no sólo beatificado- durante la visita a Colonia.
Cuando le preguntaron si Benedicto podría declarar a Juan Pablo como mártir -lo que le permitiría al Vaticano tener que encontrar y confirmar un milagro atribuido al fallecido Pontífice- Dziwisz respondió: “en cualquier caso, la gente quiere que sea un santo”.
Dziwisz, que recientemente fue nombrado arzobispo de Cracovia, confirmó también que ignoró el pedido de Juan Pablo de quemar todos sus documentos personales.
El arzobispo dijo que el material era “demasiado importante” para destruirlo y que buscaba hacerlo público poco a poco.
