AGENCIAS
ROMA, ITALIA.- Los funerales del Papa Juan Pablo II no se celebrarán antes del viernes ocho de abril y no se descarta que puedan aplazarse al sábado con el objetivo de permitir a los cientos de miles de fieles de todo el mundo rendirle homenaje.
Así lo manifestaron fuentes vaticanas, que precisaron que éste será uno de los problemas que tendrá que afrontar hoy la congregación de cardenales, que comenzarán a preparar los funerales de Karol Wojtyla y el próximo cónclave.
La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que regula la vacante de la Sede Apostólica y la elección del romano Pontífice, establece que el entierro del Papa debe celebrarse, “salvo por motivos especiales”, entre el cuarto y el sexto día después de la muerte”.
Visto que falleció el sábado dos de abril, la fecha máxima es el ocho de abril, viernes. El problema que se presenta es que se estima que dos millones de personas rendirán homenaje al Papa y pasarán delante del cadáver, colocado en la Basílica de San Pedro.
“Los tiempos son los que son y es casi imposible que todas las personas puedan cumplir con ese deseo. A Juan Pablo II no le habría gustado que los fieles se quedasen sin darle el último adiós, por lo que no sería de descartar que en la congregación de cardenales se decida posponer la fecha al día siguiente, sábado. Y tal vez no será tiempo suficiente”, dijeron las fuentes vaticanas.
Una opción que tampoco sería de descartar es colocar el catafalco en el atrio de la Basílica, para agilizar el desfile de fieles. Según las fuentes, tal vez tampoco sería suficiente.
Por otro lado, la incógnita sobre el lugar en el que será sepultado Juan Pablo II será resuelta hoy cuando, según fuentes autorizadas citadas por medios locales, será abierto el testamento que contiene las disposiciones del Papa.
Una hipótesis, expuesta por el vaticanista Marco Politi en el diario La Republica, es que el cuerpo del Pontífice sería trasladado a Polonia, su país natal, en un tren que atravesaría media Europa ante la expectación de millones de personas.
El entierro tendría lugar en la Basílica de San Stanislao de Cracovia en un rito de gran solemnidad.
La otra opción sería la sepultura del Papa polaco bajo la Basílica de San Pedro, en el nicho liberado tras el traslado al propio templo del cuerpo del beato Juan XXIII.
El testamento será abierto en el transcurso de la primera Congregación de los cardenales, que tendrá lugar a las 10:00 horas locales de hoy lunes.
Esa Congregación deberá también establecer el día del funeral y disponer de “todo lo necesario para las exequias del difunto Pontífice, que deberán ser celebradas por nueve días consecutivos” y para su sepultura será la primera decisión tomada por el cuerpo cardenalicio, reunido, a partir de hoy, en dos congregaciones, una general y otra particular.
Eso está establecido en la constitución apostólica “Universi dominici gregis”, emitida por Juan Pablo II en 1996.
