VIERA, EU.- No podían tener un mejor estreno en las grandes ligas. Los Nacionales de Washington se presentaron este miércoles ante su afición con una victoria de 5-3 sobre los Mets de Nueva York, que han configurado una de las mejores plantillas para la temporada 2005.
En su primer partido desde que abandonaran su sede en Montreal, los Nacionales midieron sus fuerzas en el inicio de los juegos de exhibición. Washington no tenía un equipo de beisbol desde 1971, cuando los Senadores trasladaron su franquicia a Texas.
Como si de un rompecabezas se tratara, la ciudad de Washington encajó todas las piezas a la perfección. Salió el sol, las gradas se llenaron de aficionados y el equipo local logró una victoria, que si bien fue en pretemporada, un triunfo es un triunfo.
Los Nacionales no habían jugado ni un solo partido, ni siquiera entre ellos mismos. Tras tres años en el limbo como los Expos de Montreal, este año el equipo logró su objetivo y se asentaron en Washington. Cuando salieron a la cancha, los jugadores vestían uniformes blancos con la palabra Nacionales sobre el pecho escritas en rojo y con los bordes en dorado.
"Me sentí bien cuando me la puse", dijo el segunda base puertorriqueño José Vidro. "Y cuando salí, la gente comenzó a animarnos tan pronto comenzó el partido". El calor del público debió ser algo que agradecieron los jugadores, ya que durante la época en la que el equipo estuvo en Montreal, el apoyo era un tanto frío.
El abridor Tony Armas Jr., ausente gran parte de las últimas dos temporadas a causa de una complicada operación en el hombro, trabajó dos innings sin conceder carreras y con dos ponchazos. Cristian Guzmán, Vinny Castilla y José Guillén tuvieron un hit cada uno. El dominicano Guillén conectó un jonrón impulsor de dos carreras que empató la contienda en el cuarto, mientras que Vidro conectó un sencillo y se apuntó una anotación.
El coach Frank Robinson, que se mostró contento con el partido, quiso frenar un poco la euforia. "No podemos animarnos tanto". Algo difícil, sobre todo con el comportamiento de la afición en la primera fecha.
Más de cinco horas antes de comenzar el juego, en el que se colgó el cartel de no hay billetes, algunos de los 7, 558 aficionados comenzaron a llegar al estadio en busca de un autógrafo, o ver a algún jugador.
Chad Cordero obtuvo el salvamento en el noveno y dio la primera victoria a los Nacionales, dos horas y 33 minutos después del primer lanzamiento a la 1:06 p.m.