EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Llegaron para quedarse, ése es su objetivo. Decenas de familias se han posesionado de un terreno, del cual no saben si pertenece al ejido Cuba o Emiliano Zapata. Quieren que el dueño negocie con ellos la probable venta del predio.
Desde varios metros de distancia, se pueden observar las fumarolas que se originan de la quema del mezquite. Niños, jóvenes y adultos. Todos soportando las inclemencias del tiempo. El sol cae sin ninguna contemplación.
Emilio Escobar, de 33 años de edad, no puede ocultar su desconfianza. Poco responde a los cuestionamientos del reportero. Desde el pasado viernes está en los terrenos. Se llevó a su familia. Allí duermen, comen y defecan.
En los límites del predio, se observa una fila considerable de vehículos, la mayoría de ellos de procedencia extranjera. El olor sigue penetrando y el mezquite poco a poco desaparece de algunas zonas.
Los niños corren de un lado a otro, los más jóvenes cortan el mezquite y van a conseguir agua en cubetas de plástico. No hay ninguna persona que no soporte el sol.
?Tenemos que estar así hasta que salga el dueño de los terrenos?, dice Emilio mientras varias gotas de sudor recorren su rostro para caer en la árida tierra. ?Necesitamos un espacio para nuestra casa, pero no queremos problemas, si no hay negociación nos vamos?.
En otro rincón, un señor está con su familia. Es obrero, tiene 25 años de edad, está casado y tiene dos hijos. No dice su nombre, teme que al revelarlo haya consecuencias posteriores. Hasta hace unos días, pagaba 500 pesos al mes de renta por una casa humilde.
?Estamos dispuestos a negociar con el dueño, que nos deje a buen precio en varios pagos. Nuestra presencia aquí es para que el propietario se entreviste con nosotros y lleguemos a un arreglo que beneficie a ambas partes?.
El predio se encuentra exactamente detrás de la Central Ciclo Combinado de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Ellos aseguran que son alrededor de 500 personas las que ya empezaron a vivir allí.