Cancún (México), (EFE).- El príncipe saudí Alwaleed y sus cuatro hermanos disfrutan de las playas del Caribe mexicano acompañados de sus 52 esposas y una legión de trabajadores, empleados y servidumbre, según fuentes hoteleras.
El heredero y sus hermanos llegaron a este centro vacacional en dos grandes aviones, el primero para la familia real y el segundo para el equipaje y el personal de servicio.
Para transportar todo el equipaje, utensilios y enseres de servicios fue necesario alquilar un tráiler de 12 toneladas, confirmó el personal del lujoso hotel donde se hospedan.
El príncipe Alwaleed, uno de los hombres más ricos del mundo, permanecerá en este destino vacacional mexicano por siete días.
Esta es la sexta temporada consecutiva en que el príncipe visita Cancún, ya que el año pasado arribó a este balneario donde permaneció durante nueve días.
El príncipe y sus reales acompañantes se hospedaron en el hotel Ritz Carlton en donde alquilaron cuatro pisos completos.
La visita de la realeza árabe es un gran acontecimiento para todo el personal de transporte, maleteros y de servicios del hotel, quienes se esfuerzan por atenderlos, gracias a las anécdotas sobre las espléndidas propinas que reparten los magnates.
Durante su estancia en Cancún, la familia real árabe contrata en exclusiva para ellos diversas discotecas, bares, parques temáticos, zonas de playa y hasta cinemas, los cuales son cerrados durante esas visitas.
Un chófer de Cancún relató a EFE que el año pasado tuvo la oportunidad de servir a uno de los dignatarios saudíes, quien le dio una propina de cuatro mil dólares por trasladar y esperar al huésped en un centro comercial donde realizó unas compras.
