Aún se desconoce el nombre del pequeño heredero .
Copenhague, (EFE).- La princesa Mary abandonó el Rigshospital de Copenhague con su hijo en brazos y acompañada por su esposo, el príncipe Federico, tres días después de haber dado a luz al bebé, que ocupa el segundo lugar en la línea sucesoria.
Los príncipes desfilaron por la entrada del hospital, ante un centenar de periodistas -la mayoría daneses y australianos-, mientras el pequeño, con un gorro blanco en la cabeza y envuelto en una manta, dormía.
"Ser madre es fantástico, una está tan contenta que el corazón resplandece", declaró la princesa de origen australiano, contestando con su marido a las preguntas indistintamente en danés y en inglés.
Mary, cuyo aspecto era inmejorable, resaltó la importancia del apoyo de su marido durante el parto -"sin él no habría sido capaz de conseguirlo", afirmó- y dijo sentirse "emocionada" por la multitud de regalos enviados por particulares al Palacio Real.
Ni ella ni Federico quisieron decir nada sobre el nombre que recibirá el pequeño príncipe -de quien su padre dijo que ya tenía varios apodos-, y Mary enfatizó que "por supuesto" que tendría más hermanos.
Después de saludar al personal sanitario que había asistido a la princesa en el parto, los príncipes y su hijo abandonaron el hospital en el todoterreno de Federico, quien condujo a su familia hasta su residencia en el Palacio de Fredensborg.