EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- En la Presidencia Municipal se vive un ambiente de incertidumbre. Ninguno de los empleados sabe con certeza dónde está el alcalde, la mayoría de los regidores no se presenta a laborar y no hay atención para los ciudadanos.
“Parece que se adelantaron las vacaciones”, dice la señora, Josefina Hernández, al no encontrar más que dos regidores, Martha Neri y Carlos Martínez, y los síndicos, en el Ayuntamiento. La anciana buscaba al alcalde, Felipe Medina Cervantes, o al secretario del Municipio, Fernando Jasso Almaguer.
Los asistentes del presidente informaron que Medina Cervantes se encontraba en Saltillo, aunque una de las secretarias afirmó que estaba en una reunión, pero desconocía el lugar. Sobre el secretario del Ayuntamiento, se dijo que había salido a una junta en Torreón.
Las personas llegaban con necesidades, como dos mujeres del ejido El Salvador, quienes tuvieron que pedir limosna para completar una medicina, pues no hallaron al regidor comisionado en Salud, ni al director del departamento. Tras esperar cerca de dos horas por el secretario del Municipio, abandonaron la Presidencia y se pasaron a la plaza principal, donde comenzaron a solicitar el apoyo de la gente.
Los ciudadanos que arribaban al edificio con la intención de hablar con la autoridad municipal, se retiraban horas más tarde, luego que se resignaban a que el edil no llegaría.
Como ha sucedido desde que el pleno del Congreso del Estado rechazó las cuentas públicas de Matamoros, correspondientes a los cuatro trimestres del año 2003, el alcalde no atendió las llamadas de su celular ni se presentó en Presidencia durante la mañana.
Las inconsistencias que presentan las cuentas públicas ascienden a un total de 16 millones 471 mil 604 pesos, en rubros como incumplimiento de depósitos de ingresos en las cuentas bancarias del Municipio, recibos de nómina sin firma de recibido, gastos sin comprobar, eventos y compras no justificadas, consumos sin autorización, apoyos no justificados, pagos excesivos por servicios de telefonía celular, y tratos con proveedores consanguíneos.
Medina Cervantes dispone de 20 días hábiles a partir del dictamen del Congreso, que fuera el 18 de febrero, para entregar la documentación comprobatoria.
Tarea difícil
El síndico de minoría, Guillermo Santellano García, señala que será muy difícil que el alcalde, Felipe Medina Cervantes, logre comprobar todas las inconsistencias de las cuentas públicas correspondientes a 2003 y confía en que el gobernador del Estado, Enrique Martínez y Martínez, será un “buen juez”.
“Se va aplicar la Ley, ya no es tanto que el alcalde reponga lo que falta, sino que lo compruebe”, manifiesta, “la ciudadanía está expectante, pues es el dinero que les pertenece y se pudo destinar a Obra Pública y múltiples necesidades de la gente.
“Nadie tiene derecho a lo superfluo cuando tantos carecen de lo indispensable”, agrega.
El funcionario presume que el desvío correspondiente a las cuentas públicas del año 2004 será aún mayor, ya que “no hubo obra pública que pueda justificar el gasto”.