Nunca me han gustado los números. En la carrera, a pesar de estudiar Ciencias de la Comunicación, tuve que soportar varios cursos de matemáticas, pues en el Tec de Monterrey aseguran que éstas son muy necesarias para desarrollar la mente, cosa con la que difiero totalmente. ¿Qué desarrollará más la mente de un comunicador? ¿Leer un libro o saber que hay un seno distinto al de las mujeres?
A pesar de todo, hay una rama de las matemáticas que me interesa mucho: la estadística. Cuando cursé esta materia, para todo me hacía planteamientos estadísticos. ¿Cuál es la posibilidad de que apruebe todas las asignaturas? ¿Qué probabilidad tengo de conseguir trabajo al graduarme?
En una ocasión un amigo mío sufrió un grave accidente. Como en ese entonces yo estaba tan apasionado con la estadística, comencé a investigar las probabilidades que tenía de accidentarme. Gracias a mi curiosidad descubrí un libro en el que Larry Laudan, profesor de la Universidad de Hawai, presenta un compendio de la probabilidad que tenemos los seres humanos de sufrir un percance. Algunas de sus estadísticas elaboradas por Laudan son las siguientes:
- Una de cada 400 personas tiene la posibilidad de sufrir un accidente grave por caerse de la cama mientras duerme, y mientras hace otras cosas la probabilidad se duplica.
-La posibilidad de morir electrocutado al apagar el despertador digital o encender la lámpara del buró es de uno entre 350 mil.
-La probabilidad de que un niño menor de cinco años sufra un accidente doméstico es de uno entre 22. Un hombre de 36 a 45: uno de cada 66. Una mujer de la misma edad: uno entre 33. Una persona de 65 años: uno entre 34.
-Probabilidad de sufrir un accidente estando en la regadera: uno de cada millón.
-Los conductores con edad entre 25 y 44 años y una experiencia de siete u ocho años al volante, tienen 20 veces más posibilidades de sufrir un accidente que los de 45 a 64 años, con una licencia de conducir de un año o menos de antigüedad.
-Posibilidad de morir en un accidente de tráfico en zona urbana como pasajero es uno entre 257 mil, como conductor es de uno entre 82 mil y como peatón es uno entre 78 mil.
-Posibilidades de morir en un accidente en carretera: uno entre 665 mil.
-Posibilidad de morir en un accidente de aviación: uno entre un millón 300 mil.
-Posibilidades de ser asesinado en Madrid el próximo año: uno entre 37 mil.
-En Berlín: uno entre 14 mil.
-Posibilidades de morir fulminado por un rayo: uno entre 750 mil.
-De morir debido a un terremoto o una erupción volcánica: uno entre 11 millones.
-Posibilidades de ser mordido por una víbora: uno entre un millón 600 mil.
-De que nos caiga encima un asteroide: uno entre 150 billones.
-Posibilidad de contraer hepatitis: uno entre 95.
-De contraer el Sida: uno de cada siete mil 150.
Como usted se habrá dado cuenta, sufro una obsesión excesiva por las estadísticas. Esto me ha llevado a realizar mis propios cálculos de probabilidad en aspectos que nada tienen que ver con los accidentes. Algunas de estas estadísticas se presentan a continuación:
-Probabilidad de que en México desaparezca la corrupción durante el próximo milenio: improbable.
-Probabilidad de que el PRI renuncie a sus prácticas fraudulentas: no es factible.
-Probabilidad de que Vicente Fox sea recordado como un excelente presidente: está en chino.
-Probabilidad de que Humberto Moreira utilice a los medios de comunicación para difundir la imagen de buen Gobierno: absoluta.
-Probabilidad de que un lagunero se vea obligado a recurrir a su repertorio de insultos por culpa de un chofer del transporte urbano: una de una.
-Probabilidad de que este artículo parezca completamente inútil: cien por ciento probable.