Londres, (EFE).- El Gobierno británico se dispone a adoptar una nueva legislación por la que se prohibirá fumar en todos los bares y pubs del país para proteger tanto a los clientes no fumadores como al personal.
Presionado por las organizaciones de lucha contra el cáncer, el Gobierno laborista descartará un plan inicial de eximir de esa prohibición general a los bares que no sirvan comida.
Al mismo tiempo se permitirá, sin embargo, que los pubs tengan una sala, separada del resto del establecimiento y destinada sólo a fumadores, informa el dominical "The Independent on Sunday".
La ministra de Sanidad, Patricia Hewitt, estudia asimismo la posibilidad de permitir que haya vagones reservados a fumadores en los trenes británicos, como ocurría antes de que se generalizase la prohibición de fumar en ese medio de transporte.
Los grupos de presión antitabaco, que reclaman que la prohibición de fumar en lugares públicos sea total, sin que se admitan excepciones, difícilmente van a darse por satisfechos con esos planes del Gobierno, señalan los observadores.
Quienes, en el Ejecutivo laborista, apoyan una prohibición total argumentan que no sólo protegerá a los no fumadores, sino que será un aliciente para que los adictos abandonen finalmente su mortífero vicio, algo que se ha demostrado ya en la vecina Irlanda.
Otros, sin embargo, temen que el Gobierno laborista sea acusado de interferirse en la vida y los vicios privados de los ciudadanos.
Más de cien mil personas mueren todos los años en el Reino Unido como consecuencia directa o indirecta del humo de los cigarrillos.
