SAN PEDRO, COAH.- Para la ciudadanía, el Ayuntamiento que está por concluir, se ha preocupado más por obtener ingresos a través del otorgamiento de licencias de alcoholes, pues a pesar de las múltiples carencias que existen en las diversas colonias de este municipio, todas cuentan con expendios.
“Es notorio que hay más negocios que se dedican a vender alcohol ahorita que al inicio de la Administración”, comenta Elia García, propietaria de una estética ubicada en el centro de la ciudad. “Dicen que no se han otorgado licencias nuevas, pero a diario escucho comentarios de personas de distintas colonias sobre la apertura de un nuevo establecimiento con venta de etílicos”.
En lo que va de la Administración del alcalde, Emilio Bichara Marcos Wong, no se ha puesto a consideración del Cabildo ninguna concesión para la venta del etílico, pero con la apertura de nuevos negocios de este tipo, los ediles dudan de que el número de licencias sea el mismo que el año pasado.
En la Dirección de Ingresos se indica que hay 186 licencias en el padrón de alcoholes. Sin embargo, entre los miembros del Cabildo comentan que existen otras cifras más elevadas que son las reales.
Señalaron que en la anterior Administración el padrón andaba en las 200 licencias y a últimas fechas se habla de más de 250, sin embargo, “la cifra que manejan en Ingresos es de las que, supuestamente, están trabajando”.
Supuestamente, el aumento de las licencias se ha dado sin el consentimiento del Cabildo, “por debajo del agua”. La explicación de las autoridades para la proliferación de estos lugares se debe a cambios de domicilios, de propietarios o que eran concesiones sin utilizarse.
Clandestinaje
A decir de los sampetrinos, la venta clandestina de cerveza se ha incrementado en la presente Administración, debido a la tolerancia excesiva que respecto a esta actividad, han tenido las autoridades.
Ofelia Gutiérrez, dueña de un pequeño negocio establecido para venta de alimentos, asegura que pese a las múltiples solicitudes que ha realizado ante la autoridad competente, para vender cerveza en su local, hasta el momento la han traído con puras vueltas.
“Nada más atienden a sus amigos y familiares, pero a los demás no”, asevera la comerciante.