EFE
MANAGUA, NICARAGUA.- El Gobierno de Nicaragua se comprometió ayer con Estados Unidos a conseguir que el Parlamento permita destruir la mayoría de los mil 100 misiles Sam-7 que mantiene todavía el Ejército y quedarse sólo con el 20 por ciento.
El ministro de Defensa, José Adán Guerra, dijo en rueda de prensa que el compromiso se asumió durante la reunión celebrada ayer con la subsecretaria Interina para Asuntos Políticos y Militares del Departamento de Estado de EU, Rose Likins.
En esa reunión también estuvo el nuevo jefe del Ejército nicaragüense, general Omar Halleslevens.
?Hemos asumido el compromiso de persuadir a los diputados de la Asamblea Nacional para que Nicaragua se quede solamente con el 20 por ciento de los misiles, tal y como está establecido en el plan de reducción de armamento que presentamos a EU? en 2004, indicó Guerra.
El primer vicepresidente del Parlamento, el liberal Wilfredo Navarro, explicó que, si el Ejecutivo y el Ejército acordaron dejar una reserva del 20 por ciento de los Sam-7 para la defensa de la soberanía, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC)
lo respaldará.
La nueva Ley de Armas, emitida por el Parlamento el año pasado y que recientemente entró en vigor, establece que la destrucción de los misiles debe ser aprobada por 56 de los 91 diputados que conforman el Legislativo, de los cuales 38 son sandinistas, que se oponen a la eliminación de estas armas.
Guerra manifestó que, como existe un número incierto de misiles antiaéreos en manos de civiles como remanente del conflicto armado que vivió el país en los años de 1980, también se asumió el compromiso con EU de emprender una campaña para recolectar los cohetes.
Agregó que la reunión con Likins fue muy fructífera porque se despejaron algunas dudas mostradas por la misión del Departamento de Estado y se fortaleció la confianza en el Gobierno y Ejército de Nicaragua.
Halleslevens manifestó que él y Guerra le reafirmaron a Linkins que los mil 100 misiles en manos del Ejército ?están bajo estrictas medidas de seguridad y no existe manera de que caigan en manos indebidas?.
Misiones estadounidenses han visitado tres veces los almacenes militares en Managua para inspeccionar los Sam-7. Likins llegó a Nicaragua para abordar con militares nicaragüenses la destrucción de los polémicos misiles Sam-7 de fabricación soviética, entre otros asuntos.
El portavoz del Departamento de Estado de EU, Richard Boucher, dijo el martes en Washington que EU está satisfecho con los esfuerzos de Nicaragua para la destrucción de los Sam-7, pero que espera que cumpla con su promesa de eliminarlos todos.
El presidente nicaragüense, Enrique Bolaños, ordenó al Ejército de manera unilateral el año pasado destruir mil de los dos mil 100 misiles que tenía en sus inventarios, quedando mil 100 intactos.
Los ?contras? que combatieron al régimen sandinista en la década de 1980 también obtuvieron misiles antiaéreos, del tipo Red Eye, de fabricación estadounidense, sin que hasta ahora se conozca con certeza cuántos fueron destruidos y cuántos podrían estar en manos de civiles.
La preocupación de EU se agudizó después que en Managua autoridades policiales decomisaron a dos nicaragüenses un vetusto misil Sam-7, que pretendían vender a extranjeros no identificados.
El Ejército negó que el misil formara parte de sus inventarios y un juez de Managua impuso el lunes penas de prisión de doce a 18 meses a los dos implicados en el tráfico del misil.
El Código Penal de Nicaragua, que data de 1974, establece dos años de prisión como pena máxima para quienes incurran en el delito de terrorismo, pero una nueva Ley que discute el Parlamento establecerá para este crimen penas más severas.