Busca el mandatario deportar a cada inmigrante ilegal, sin ningún tipo de excepción.
Washington, (EFE).- El presidente de EU, George W. Bush, defendió hoy su propuesta de reforma del sistema migratorio que acoga a trabajadores temporales y prometió aumentar la dureza contra la inmigración ilegal.
Bush firmó hoy, en una breve ceremonia en la Casa Blanca, la Ley de Presupuesto para el Departamento de Seguridad Nacional, que incluye siete mil 500 millones de dólares para la lucha contra la inmigración ilegal.
"Tenemos que endurecer la seguridad a lo largo de nuestras fronteras para impedir que la gente entre de manera ilegal, y debemos mejorar nuestra capacidad de encontrar y detener a los inmigrantes ilegales que consiguen cruzar", dijo Bush.
Agregó, en un breve discurso, que "debemos asegurarnos de que devolvamos lo antes posible a sus países a los (inmigrantes indocumentados) que detengamos".
Bush pasó revista a las medidas adoptadas en los últimos años para la lucha contra la inmigración ilegal, entre las que citó la mejora tecnológica, un aumento de más de mil 900 agentes en las patrullas de fronteras, y la construcción de una valla de 22 kilómetros en la frontera en San Diego (California).
Además, se han incorporado más de mil nuevos investigadores a los procesos de detección de inmigrantes indocumentados y se ha prestado una atención renovada a las bandas de delincuentes, "cuyos miembros están aquí de manera ilegal".
El presidente recordó también que EU detiene a más inmigrantes indocumentados de los que puede deportar a sus países de origen, en especial no mexicanos.
"Hemos detenido a 160 mil inmigrantes ilegales no mexicanos, pero sólo enviamos de regreso a 30 mil", por falta de espacio en los centros de detención.
El resto, recordó, recibe una citación judicial que no se cumple y acaba desapareciendo.
La ley, agrega, permitirá aumentar en 20 mil el número de plazas en los centros de detención para agilizar los procesos de deportación.
"Nuestra meta es clara: deportar a cada inmigrante ilegal, sin ningún tipo de excepción, y esta ley nos pone en el camino de lograrlo", declaró Bush.
En el caso de la inmigración mexicana, se ha puesto en marcha un programa de "repatriación interna", por el cual, en vez de depositar a los cerca de 900.000 indocumentados de ese país que se capturan cada año en la frontera, se les lleva a su población de origen, lo que hace más difícil que intenten volver a cruzar.
Además "salva vidas", porque les aleja del desierto, dijo.
Al tiempo que se combate la inmigración ilegal, es preciso una reforma del sistema que facilite la entrada legal de trabajadores para aquellos puestos donde se necesita, puntualizó el presidente.
"La mejor manera de hacerlo es mediante un programa de trabajadores temporales que dé a los trabajadores que necesitamos una manera legal y honesta de entrar en nuestro país y de volver a su hogar", explicó Bush.
El programa que quiere acordar con el Congreso, agregó, "servirá a las necesidades de trabajadores de nuestra economía, sin conceder una amnistía, y mejorará nuestra capacidad de controlar nuestras fronteras".
