Proyecta la compañía 4Frontiers construir una réplica de lo que sería su colonia marciana y empezar a vender entradas para los visitantes a partir del 2007.
CAMBRIDGE, Massachusetts, EU (AP) .- Todas las empresas establecen sus objetivos, pero la recientemente formada 4Frontiers Corp alienta uno de los más ambiciosos: su misión es inaugurar un pequeño asentamiento humano en Marte antes de veinte años.
Por cierto parece demasiado ambicioso. Y por otra parte los planes iniciales de la compañía son mucho más terrestres que espaciales, como el emplazamiento de una réplica de 2.300 metros cuadrados de un asentamiento marciano aquí en la Tierra para cobrar entrada a los visitantes.
Pero los promotores de la aventura actúan muy seriamente y buscan 25 millones de dólares de inversionistas interesados.
El director general Mark Homnick, ex gerente de Intel Corp. que incorporó 4Frontiers en la Florida, dice que ya recaudó "un par de millones" de dólares de personas que no nombró. Espera lanzar una oferta pública dentro de los cinco años.
Eso todavía deja muchos interrogantes planteados: ¿Por qué habría gente interesada en vivir en Marte? Y si hubiese una avanzada humana en el Planeta Rojo, ¿debería involucrarse una empresa privada en lo que sería uno de los pasos históricos de la humanidad?
Además, ¿cuál sería la ganancia para los inversionistas?
Homnick y sus cofundadores _un perenne admirador de Marte llamado Bruce Mackenzie y un estudiante de 25 años del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Joseph Palaia_ están preparados para responder varias preguntas.
Primero, sostienen, la humanidad necesita una nueva frontera para explorar, con todos los desafíos intelectuales y técnicos que plantearía la vida en Marte.
Por otra parte ¿quién sabe cuál será el destino de la Tierra? ¿Acaso enfrenta el peligro de un final prematuro a causa de asteroides, guerra, enfermedades o alguna otra catástrofe?
En este caso, por cierto nos alegraría que la civilización fuese preservada por algunos colonos en Marte y quizás en otros puntos de nuestra galaxia, si todo saliera bien con el planeta vecino. Por cierto, esa visión amplia de un asentamiento en el espacio da su nombre a la firma 4Frontiers: las fronteras que avizora son la Tierra, la Luna, Marte y los asteroides.
"Es la naturaleza de la vida: la vida trata de expandirse y trata de adaptarse", dice Mackenzie. "Si hay un incendio forestal en un valle, entonces todos los organismos del valle siguiente se deslizarán lentamente sobre la protuberancia y repoblarán ese valle. Toda especie que no lo haga, a la larga morirá". Por eso cree que ir al espacio equivale a que "toda la vida de la Tierra, actuando en conjunto, tratase de trepar al próximo valle. Y el único modo en que podemos hacerlo es construyendo cohetes".
Mackenzie, creador de programas de computación, ha dedicado gran parte de sus energías a un grupo sin fines de lucro llamado Fundación Marte, que se propone promover el conocimiento acerca de cómo colonizar el planeta. Pero decidió que también sería necesaria una operación privada como 4Frontiers para llevar el proyecto adelante.
Pese a que el presidente George W. Bush ha propuesto una misión espacial a Marte, Mackenzie cree que las grandes burocracias podrían no lograrlo nunca.
"Es mejor tener muchos grupos probando métodos", dice Mackenzie.
El espacio ya no es exclusivamente el ámbito de los astronautas.
Llegar a Marte podría tardar meses. Una vez allí, habría que vivir en un espacio cerrado con provisión de oxígeno (a menos que en un futuro hipotético, los colonos marcianos pudiesen lograr la hazaña de modificar su atmósfera tóxica). Para salir a la intemperie deberían usar trajes protectores herméticos.
Por empezar, 4Frontiers planea reunir patentes e ideas de ingeniería para permitir que una nave con una pequeña tripulación descienda en Marte con material de construcción y la capacidad de ampliación.
La cuestión candente sería buscar los medios de miniaturizar los procesos industriales clave _como producir plástico o acero_ y métodos para explotar los recursos marcianos, como el anhídrido carbónico en la atmósfera, el hierro en el suelo o el agua en el hielo marciano.
A medida que la empresa gane experiencia, espera vender servicios de asesoría a compañías aeroespaciales o a la misma NASA. Anticipa recibir encargos para diseñar escenarios marcianos para películas o juegos marcianos para parques de diversiones.
El proyecto
Mientras tanto, proyecta construir una réplica de lo que sería su colonia marciana y empezar a vender entradas para los visitantes a partir del 2007. Se estudian posibles sedes en Colorado, Florida y Nuevo México.
El plan financiero de la compañía calcula que estos proyectos le aportarían 34 millones de dólares de ingresos en el 2010, incluyendo 7 millones de dólares por entradas en el sitio turístico.
Las ganancias previas al pago de impuestos, depreciación y amortización se pronostican en 1.4 millón de dólares para el 2006 y de 29.7 millones para el 2010.
Pero aunque se concreten esos planes, una compañía con 34 millones de dólares probablemente no estaría en condiciones de empezar a lanzar cohetes al espacio.
Mackenzie dice que el verdadero éxito de 4Frontiers podría provenir sencillamente de entusiasmar al público a colonizar Marte. A su vez, eso podría impulsar a Washington a financiar un asentamiento.
Sea como fuere, está seguro de que los seres humanos vivirán alguna vez en Marte, y quizás en muchos otros sitios en el espacio.