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NUEVA YORK, EU.- Un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) describe profundas fallas en sus fuerzas de paz y recomienda suspender el salario de todo miembro de esas fuerzas hallado culpable de abusos sexuales, así como pedir su encausamiento a sus países de origen.
Esas y otras recomendaciones fueron formuladas en el informe divulgado ayer, tras reiteradas acusaciones de que las fuerzas de pacificación explotaban sexualmente a los mismos civiles que debían proteger.
El informe dice que en muchos casos los soldados de pacificación “no comprendían los peligros que enfrentaban, seducidos por condiciones diarias (de vida) que podrían ser consideradas benignas”.
Agrega que se ha informado de abusos en misiones de las Naciones Unidas desde Bosnia y Kosovo hasta Camboya, el Timor Oriental, el África Occidental y el Congo.
La situación ocupó el primer plano de la atención internacional este año, cuando las Naciones Unidas hallaron que sus soldados de pacificación en el Congo tuvieron relaciones sexuales con mujeres y niñas de ese país, con frecuencia a cambio de alimentos o de pequeñas sumas de dinero.
“Uno no puede subestimar el valor de las actividades de pacificación y lo que pueden brindar a una sociedad, de modo que por esa razón pienso que debemos restablecer su reputación”, dijo el príncipe Zeid al Hussein, embajador de Jordania ante Naciones Unidas, y autor del estudio.
El secretario general Kofi Annan nombró a Zeid, que en una ocasión desempeñó tareas de pacificación en Bosnia, para que estudiase los abusos del Congo y propusiese cambios que impidiesen su repetición.
Una de sus tareas más importantes fue hallar fórmulas para que las fuerzas de pacificación diesen mayor cuenta de sus actividades en un sistema como el de la ONU, que carece de medios legales, y donde los acusados de irregularidades son enviados a sus países y no encausados.
La tarea es particularmente ardua porque las Naciones Unidas no desean ofender a los escasos países que suministran soldados para sus operaciones.
En los últimos meses, Zeid ha consultado sus propuestas con países que aportan la mayoría de las tropas, como Brasil, Pakistán, Marruecos y Bangladesh, y con aquellos que suministran el financiamiento de las misiones, tales como Estados Unidos.
“Mi impresión es que la mayoría de los principales países que aportan (soldados) estará de acuerdo con esta fórmula”, dijo el príncipe.