Tarragona (España), (EFE).- La introducción de proteínas antioxidantes en ratones transgénicos consigue disminuir los efectos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, según un estudio de científicos españoles.
Desde 1996 investigadores del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona, adscritos al área de Fisiología Animal, experimentan con ratones transgénicos para analizar el comportamiento del cerebro en enfermedades neurodegenerativas y lesiones traumáticas que se asocian con cambios en la expresión de las citoquinas.
Durante una conferencia en la ciudad española de Tarragona dentro de la "Semana Mundial del Cerebro", uno de los responsables del proyecto, Juan Hidalgo, dijo que "en muchas de las enfermedades del cerebro en humanos suele haber alteraciones de las citoquinas".
Las citoquinas, precisó, actúan como "mensajeras de las células que informan unas a las otras para reclutarse, activarse o producir determinadas proteínas, entre otras funciones".
"El cerebro del ser humano presenta alteraciones de estos factores, que en principio no se sabe si son causa o consecuencia de la enfermedad, pero, cuando menos, se podría presuponer que contribuyen a ella", añadió.
El experimento ha consistido en inyectar citoquinas alteradas a ratones transgénicos, que "salvando las distancias a nivel primario se parecen bastante a los humanos, ya que tienen muchos genes iguales", y observar qué ocurre, "si esa citoquina en particular está expresada crónicamente, la patología que causa y qué mecanismos parece que están detrás", puntualizó el investigador.
El proyecto ha permitido determinar que "esta citoquina genera estrés oxidativo", por lo que "una manera de controlar el desarrollo de la enfermedad sería manipular este estrés", por ejemplo "introduciendo proteínas antioxidantes".
Según Hidalgo, la manipulación de proteínas antioxidantes "puede afectar muy significativamente" a la patología inducida por una de estas citoquinas, la interleuquina 6, la cual se sabe que "está asumida al Alzheimer".
Consideró que estos resultados "son prometedores" de cara a paliar en un futuro los efectos de dolencias neurodegenerativas en el ser humano, como la esclerosis múltiple, el Alzheimer o el Parkinson.
No obstante, advirtió de que las investigaciones se encuentran en una fase muy primaria, por lo que evitó dar plazos sobre su posible aplicación en personas.