EFE
MANILA, FILIPINAS.- Cerca de cien vidas humanas, cientos de miles de desplazados y millones de dólares en pérdidas materiales causó el tifón “Damrey” en su recorrido por el sudeste asiático.
La cifra de víctimas mortales es provisional porque todavía hay desaparecidos en Tailandia, Vietnam y Filipinas, y porque hay zonas en los dos primeros países todavía aisladas por las inundaciones.
Aunque el tifón perdió potencia el miércoles y se convirtió en una depresión tropical de escasa fuerza ese mismo día, las precipitaciones que le acompañaban han proseguido su efecto destructor, particularmente en el norte de Tailandia.
El Centro para la Prevención de Desastres de Tailandia informó que la cifra de víctimas mortales había ascendido a ocho personas y que además hay una veintena de desaparecidos y cerca de cinco mil evacuados por graves inundaciones.
Las inundaciones, que comenzaron el miércoles, afectan sobre todo a la provincia de Lampang, donde se han registrado las muertes, así como en Chiang Mai y Chiang Rai.
Unas tres mil personas, la mayor parte de ellos pobladores de pequeñas aldeas rurales que han quedado aisladas, han sido evacuadas en Lampang por las inundaciones.
Las otras dos mil personas desplazadas provienen de distintas poblaciones de Chian Rai y Chiang Mai, las dos provincias más visitadas por el turismo que viaja hasta Tailandia.
En Vietnam, el número de muertos se multiplicó cuando empezaron a conocerse esta mañana los estragos ocurridos en la provincia de Yen Bai, a unos 180 kilómetros al norte de Hanoi, y las autoridades difundieron que habían recobrado 51 cadáveres que arrastraba la corriente de los ríos.
Al igual que ocurrió en Tailandia, el “Damrey” no llegó a pasar por Yen Bai, pero las lluvias que lo acompañaban horadaron durante días la tierra y provocaron graves inundaciones y desprendimientos de tierras.
“Varias aldeas de zonas remotas permanecen incomunicadas porque las inundaciones o la destrucción de carreteras y puentes impiden el acceso por tierra”, declaró el director del departamento provincial de agricultura y desarrollo rural de Yen Bai, Nguyen Trung Loi.
“Algunas líneas telefónicas prosiguen cortadas, por lo que es difícil conocer el número exacto de muertes en estos momentos. Con un poco de suerte, podremos acceder a todas las zonas mañana”, añadió el funcionario.
La vecina provincia de Lao Cai también ha sufrido calamidades y, de momento, se han informado de dos muertos allí: uno en un deslizamiento de tierras y el otro en un riada.
Las autoridades vietnamitas habían evacuado a 300 mil personas de las provincias costeras por donde iba a pasar el “Damrey”, pero en los territorios montañosos de Yen Bai y Lao Cai no se había adoptado la misma precaución.
Los evacuados comenzaron ayer a regresar a sus hogares y parte de ellos descubrió que quedaba nada de lo que habían dejado atrás.
Un informe provisional de la provincia costera de Than Hoa habla del colapso de 900 casas y 50 colegios y centros de salud, otras ocho mil 800 viviendas sin tejados y anegados 32 mil 800 hectáreas de arrozales, maizales y cultivos de caña de azúcar.
Además, contabiliza 57 postes de electricidad abatidos y otros 206 del tendido telefónico caídos.
Los terrenos de cultivo inundados por el mar han quedado inutilizados para varios meses debido a la salinidad.
El cálculo provisional de daños producidos en Than Hoa y la vecina provincia de Nam Dinh asciende a 25 millones de dólares.
En la isla china de Hainan, por donde pasó antes el tifón, se produjeron 16 muertes y numerosa destrucción.
Filipinas tiene nueve muertos, cinco personas heridas y otras tantas personas desaparecidas, según el último boletín de Defensa Civil, aunque el fenómeno atmosférico que comenzó su andadura en el archipiélago filipino era sólo una depresión tropical llamada “Labuyo”.