El Cecapi atiende a 100 pesonas, de las cuales 35 son mujeres
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango
De la población que atiende el Centro de Capacitación para Invidentes (Cecapi) se observan factores comunes que provocan la ceguera o debilidad visual, entre los que destacan la diabetes, cataratas y glaucoma, o bien, males congénitos. Pero en lo que va del 2005, han recibido a seis jóvenes menores de 25 años, que a causa del consumo de alguna droga ven afectada su visión.
La directora del Cecapi, Graciela Josefina de la Cruz Muñoz, reveló lo anterior para luego enfatizar que dado que aún hay un número considerable de ciegos que no reciben la atención adecuada, realizan recorridos por diferentes localidades del municipio para crear asociaciones que sirvan como enlace y así brindarle capacitación a los duranguenses con habilidades diferentes al carecer del sentido de la vista.
?Pero más que nada queremos que terminen su primaria, secundaria o preparatoria, incluso su carrera, que no sea su ceguera un obstáculo. Por supuesto, con algunas adecuaciones como el sistema Braille, que lo impulsamos en textos y libros. Buscamos el apoyo de la Secretaría de Educación para que los editen?, destacó.
De la Cruz Muñoz externó que ante los reiterados casos de muchachos que pierden su vista producto de las adicciones, ?hay que incidir en la motivación familiar? y, de esta forma, alejar a la juventud de estos hábitos nocivos.
?Hemos recibido a jóvenes que no terminaron ni su preparatoria. Es rápida la pérdida de la visión cuando se abusa de las drogas, los inhalantes. Algo se tiene que hacer allí; nosotros no queremos llenar la escuela con esos niños y jóvenes?, aseveró.
Las mujeres invidentes son las que, por desgracia, sufren mayor rechazo por parte sus familiares; por este motivo, uno de sus principales objetivos es llegar a ese sector que, por lo general, sufre de encierro y sin la oportunidad de efectuar diversas actividades, abundó la maestra en educación especial.
?Es importante que se integren a las actividades de Cecapi?, subrayó la entrevistada, ya que a través de la infraestructura con la que cuentan y docentes, las enseñan a cocinar, a retomar todas las actividades del hogar.
?Las mujeres pueden volver a coser, a tejer, pueden ser telefonistas, encuadernar y tener ingresos propios. También estamos trabajando en la elaboración de productos químicos y de belleza y eso les da una opción?, manifestó para después comentar que su discapacidad conlleva importantes gastos.
A la fecha, la institución atiende de manera permanente a 35 mujeres, tanto niñas como adultas; sin embargo, hay quienes van en determinados periodos, por lo cual la cifra asciende a 100. ?Pero hay en las comunidades muchas mujeres; por eso, uno de los objetivos que ha nacido es darnos nuestras vueltas por el municipio para incorporarlas, pues están mucho tiempo inactivas?, agregó.
Las actividades deportivas son de igual forma una línea de acción que impulsa este centro, cuyos servicios son de manera gratuita a la población que así lo requiera. ?Con la reubicación de la Plaza de la Discapacidad, les da la oportunidad de exhibir todos los productos que hagan; vamos a elaborar desde galletas, pasteles, costura y tejido?, anunció para hacer especial énfasis en su deseo de lograr que los ciegos se preparen física y profesionalmente.
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VIOLENCIA
Efrén Martínez Rivera, psicólogo del Centro de Recursos e Información para la Integración Educativa, expresó que los discapacitados continúan en una situación desfavorable de inequidad. ?La violencia se ejerce sobre ellos, ya sea de manera explícita o de manera velada?, abundó.
Pero, debido a que la mujer por muchos años también ha sido violentada en sus derechos, aquéllas que tienen capacidades diferentes se enfrentan a un doble reto. ?La sociedad reacciona ante estos grupos vulnerables segregando socialmente?, comentó.
Se requiere de un proceso de integración de todos los sectores. ?Al vivirse la inequidad de esa manera todos perdemos, mucho más de lo que creemos?, dijo.