El elenco de Debiera Haber Obispas "cumple su amenaza" y divierte a los laguneros
El Siglo de Torreón
Torreón, Coah.- Nada, ni su pobre vestimenta ni la peluca castaña que usó al principio para darle vida a Matea, fueron suficientes para quitarle el glamour que Silvia Pinal siempre ha derrochado. Ahí estaba, en medio del escenario acompañada por un gran reparto que iba desde Julio Alemán hasta Pompín III, desde Gustavo Rojo hasta Isaura Espinoza; pero en realidad, el imán fue ella...
Y es que la sola idea de tener enfrente a esta diva de la Época de Oro del Cine Mexicano, provocó que centenares de laguneros acudieran anoche al Teatro Nazas para ver la obra Debiera Haber Obispas.
Tanto en la función de las 19:00 horas como en la de las 21:30 el público rió en todo momento, quedando claro que no se necesita un desnudo, palabras altisonantes y mucho menos albures para provocar intensas y espontáneas risotadas.
Pero, ¿qué tuvo de especial Debiera Haber Obispas? Para empezar el reparto (conformado además por Gustavo Rojo, Martha Ofelia Galindo, Rafael Rojas e Isabel Martínez ?La Tarabilla?), una escenografía e iluminación de primer nivel y una entretenida historia, aunque a decir verdad, la primera parte se tornó un poco lenta e incluso aburrida, siendo hasta después del intermedio cuando agarró ritmo, provocando que el público no quisiera despegar los ojos del foro.
¿Imagina que una pueblerina fracasada, un poco insignificante y con ciertos odios y envidias conociera todos los secretos que la gente del pueblo le ha dicho al padre durante la confesión? ¿Éstos estarían seguros en su ronco pecho?
Esa fue precisamente la situación de Matea (Pinal), una mujer que durante muchos años se consagró en cuerpo y alma a los cuidados del sacerdote, pero que siempre fue vista con malos ojos por el resto de la gente, conocía los secretos de confesión de todos y cada uno de los habitantes debido a que antes de morir, el cura le confió algunas cosas violando sin querer el secreto de confesión. Por tal razón y ante el nerviosismo de que éstos fueran conocidos, los inescrupulosos vecinos intentaron por todos los medios hacerla callar comprando su silencio con toda clase de regalos, desfilando por la casa parroquial desde Cosme, el hombre más culto, el cándido Tomás y la no menos interesada Aurora.
Pero la que más sorprendió a los espectadores es Enedina, a quien no le importaba que sus secretos fueran develados, sino conocer los pecados de los demás. Tampoco faltó el secretario regional de un partido, Jaime, quien le ofreció a la mujer hasta un cargo como senadora.
De esta manera se desataron un sin fin de sucesos chuscos, atrapando la atención de los asistentes, ya que ver a Silvia Pinal en esa situación resultó un agasajo.
Como era de esperarse, al último hubo un final feliz: el obispo regresó al pueblo para tratar de hacer rectificar a Matea, todos salieron bien librados y la gente rió como hacía tiempo no lo hacía.
La herida no cierra
En un instante sus ojos se llenaron de lágrimas. Así pasen dos, tres o diez años, la reconocida actriz Isaura Espinoza siempre llevará en el corazón la gran pena de haber perdido a su esposo el también actor Salvador Sánchez, con quien compartió 20 años de vida y quien falleciera hace aproximadamente siete meses.
En el espejo que tenía frente sí, dentro del camerino, se reflejaba su triste mirada. ?Todavía no (estoy resignada). Me enojo, me enojé mucho -rectifica-, pero ya no puedo seguir en ese plan porque no puedo estar enojada con Dios ni con la vida porque son cosas que suceden, pero sin embargo todavía no aprendo a manejarlo. Esto (el teatro) me ayuda mucho, mis compañeros de trabajo, mi hijo, pero él fue el compañero de mi vida, mi único matrimonio, mi mancuerna, mi brazo derecho, la mitad de mi ser y de mi alma?, dijo minutos antes de entrar a escena.
Esta mujer que ha participado en 131 películas, en decenas de telenovelas y que ha dedicado su vida a la actuación, se dijo muy afectada por la muerte de Mariana Levy y más al saber el gran dolor que su amiga Talina Fernández debe de estar sufriendo en estos momentos.
Prefiere el arte que el dinero
Julio Alemán recuerda perfectamente el tiempo que trabajó aquí como ingeniero agrónomo textil, una de sus labores era clasificar las pacas de algodón y comprarlas luego para el Banco de la Propiedad y la Industria Textil que en su tiempo manejaba Alfonso Rodríguez Peña.
Una sonrisa se le escapa involuntariamente al preguntársele si extraña esa profesión, ?ganaba más allá?, dice de inmediato, ?pero nunca me ha movido el dinero, me mueve el estar tranquilo y contento con lo que hago. No me metí a esto para ser rico, pero la vida me ha premiado esta permanencia, la gente me ha premiado y se lo agradezco. Ya cumplí 50 años en esto y sigo vigente, en cualquier otro trabajo, por ejemplo como ingeniero agrónomo, seguramente ya me hubieran jubilado?.
-¿Debiera Haber Obispas? se le pregunta en relación al nombre de la obra, ?Aunque mucha gente piensa que no para mi criterio personal sí, porque Cristo no colecciona géneros, colecciona almas y el alma no tiene género.
Sabe lo que tiene
Quizá no es el actor que más fama y reconocimiento tiene, pero eso no le significa ningún problema al actor cómico Pompín III, quien sabe a la perfección todo lo que vale.
Contrario a lo que pudiera creerse, al hijo de Pompín Iglesias no le enoja que luminarias sin talento gocen mayor fama y cuenten con mejores oportunidades de trabajo, pues luego puede terminar su existencia lleno de tristeza y amargura. ?La vida es muy bonita, es buena, la tienes que disfrutar como es... si luego empiezas a decir no me han valorado pues caes en un juego de sentimientos equivocados y terminas con nada. El primero que se tiene que valorar eres tú, y los demás que te valgan ?wilson??.
Muy probablemente a finales de año Pompín III inicie un programa cómico llamado Crispín junto con Carlos Espejel, Héctor Suárez, Socorro Bonilla y Jorge Ortiz de Pinedo entre otros compañeros, lo cual significaría su regreso a la pantalla chica.
Antes de finalizar explicó que en el medio artístico como en cualquier otro existe el factor suerte, pero lo más importante es que la gente aproveche las oportunidades cuando se le presenten.
Una obra con historia
La última vez que Debiera Haber Obispas se puso en cartelera fue hace 25 años, teniendo en los papeles estelares a Ofelia Guilmain y Carlos Riquelme.
-El autor es Rafael Solana.
-Ésta versión es producida por Rubén Lara y dirigida por José Solé.
-Personajes: Matea (Silvia Pinal), Obispo (Julio Alemán), Cosme (Gustavo Rojo), Aurora (Isaura Espinoza), Tomás (Pompín III), Enedina (Martha Ofelia Galindo), Jaime (Rafael Rojas) y Eufrosina (Isabel Martínez ?La Tarabilla?).
-Hace mucho tiempo el dramaturgo Rafael Solana le ofreció la obra a Silvia Pinal, y aunque ya está muerto, ella optó ?por darle gusto?.
-Además de Ofelia Guilmáin y Silvia Pinal ?Matea?, la protagonista de la historia, fue interpretada antaño por María Teresa Rivas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón