Desde que yo recuerdo, mi padre recibía por suscripción una revista mensual en donde aparecía un apartado que se titulaba (aún se llama, por lo que sé) La Risa, Remedio Infalible. Era muy divertido porque se trataba de situaciones cómicas que le sucedían a las personas y que eran enviadas para su publicación y según tengo entendido, tenían mucho éxito entre los lectores. A principios del siglo XX, Sigmund Freud escribió un libro llamado: El Chiste y su Relación con lo Inconsciente, en donde explica que la comicidad y el humor constituyen métodos para reconquistar la infancia y para producir placer a través del ahorro de la coerción.
En la historia de la humanidad, la risa ha significado un propósito importante. Desde la época de los griegos se escribieron sátiras, Mozart creó óperas en donde la risa era básica, Shakespeare utilizó las situaciones cómicas en sus escritos como: La Fierecilla Domada, Moliere fue un escritor prolífico en ese rubro, Woody Allen es un director y actor excelente en temas que manejan la ironía como: Bananas, Mel Brooks ha dirigido películas muy cómicas como: Ser o No Ser y programas para la televisión: El Súper Agente 86, Roberto Gómez Bolaños: Chespirito mantuvo vigente el programa El Chavo del Ocho para la televisión latina por décadas, el presentador Johny Carson en los Estados Unidos, por su excelente sentido del humor, se mantuvo también por décadas en un primerísimo lugar y actualmente, Seinfield ha sido uno de los programas cómicos de mayor éxito en la Unión Americana, con más audiencia que los dramáticos.
En los Estados Unidos (que cuenta con la economía necesaria para ello), se han realizado investigaciones científicas sobre la risa y se ha concluido que disminuye la presión arterial y es necesaria para mantenernos saludables, pero se requiere que ésta sea frecuente. Uno de los aspectos que descubrieron es que reírnos es algo que raramente hacemos en solitario y que si las obras cómicas, ya sea por televisión o en teatro, las experimentamos acompañados la risa es más rica y espontánea. Robert Provine, psicólogo de la Universidad de Maryland dice que: ?es una vocalización social, algo que usamos instintivamente para atrapar al auditorio y mantenerlo interesado?, además que piensa que lo saludable no es la risa en sí, sino el hecho de que generalmente se experimenta con amigos y amistades que uno aprecia.
Por todo lo anterior, es dramático que en nuestro país haya desaparecido la buena comicidad y estemos atrapados por programas insulsos y de pésimo gusto, o sea, están contribuyendo a nuestra mala salud, no sólo física, sino también mental. Afortunadamente, tenemos a ?Catón? para recuperarnos.