Éste es un tema tan hermoso, tan lleno de misterios que no me había atrevido a abordar, pero bueno, en este momento me siento con la intención de hacerlo y que Dios me ilumine.
¿Qué es lo que impulsa a una pareja a adoptar un niño? Unos dirán que puede ser el no quedarse solos en su vejez o el afán de consolidar su matrimonio; otros dirán que el deseo de trascender o..., en fin; pero, por más que le busquen intereses egoístas, lo que realmente impulsa a tal acción es la generosidad. Se necesita un gran amor hacia los demás para tomar una decisión tan importante. ¿Por qué la llamamos importante? Porque se trata de proteger, nutrir y desarrollar a una personita que llega a este mundo totalmente desprotegida, más aún que cualquier otro bebé, porque carece de lo principal que es el amor tangible de los padres naturales.
Ese amor que le fue negado, lo va a recuperar, y con creces, porque los padres adoptivos lo que llevan en el trasfondo es la necesidad de tener a alguien muy cercano a quien dar el cariño, la ternura, la protección y el propio ser. Sin embargo, existen parejas que, aun con esa necesidad, no se atreven a la adopción porque tal vez carecen de la generosidad necesaria para dar ese paso; o sí la tienen, pero aún no lo saben.
Por mi profesión, he tenido la oportunidad de tratar padres adoptivos y uno de ellos me hacía una reflexión interesante. Decía que antes de adoptar él tenía una postura neutral y ambigua sobre el aborto, pero que ahora que tiene a su bebé, al que quiere muchísimo, si la madre natural de ese niño hubiera optado por el aborto en lugar de darlo en adopción, ese infante no hubiera nacido. Esa posibilidad, tan sólo pensarla le ocasiona una gran tristeza; por eso, ahora es un partidario acérrimo a que no se legalice el aborto, sino, en todo caso “se dé una adecuada educación sexual, o se hagan campañas a favor de las adopciones para que esos niños que están predestinados a morir, logren venir al mundo a dar la felicidad a muchas personas que están buscándola, pero que ignoran que un niño en la familia es una alegría y una bendición”. (sic).
En esta época de una alarmante liberación sexual y a pesar de la información que se tiene al alcance de la mano sobre los métodos anticonceptivos existentes, los embarazos no deseados se siguen sucediendo en cualquier edad reproductiva y, lamentablemente, en la actualidad en edades más tempranas. De ahí la importancia de que la educación sobre las adopciones sea una necesidad. Considero que algo que no ha ayudado es el hecho de que las adopciones se hacen como si fuera un “secreto de estado”. Realmente no existe una culpa intrínseca en no tener la capacidad de engendrar, sino que es algo totalmente fuera de nuestro control. Si esa decisión se tratara como algo más natural y se hablara de ello con mayor apertura, creo que habría menos abortos.
