LA VIRGEN MARÍA
En esta semana cumplió Juan Pablo II un mes de fallecido, y con ese motivo, me permito comentar una noticia interesante.
La Iglesia Católica tiene señalado el día 25 de marzo para celebrar la festividad de la Encarnación del Niño Jesús, y como en este año cayó en Viernes Santo, decidió cambiar para el cuatro de abril, pero eso solamente rigió para los católicos. Sin embargo, en una iglesia presbiteriana en Ohio, el pastor decidió que era una buena oportunidad para venerar a ambas figuras el mismo día, a Jesucristo y a María, aduciendo que si en el mismo día caían las festividades de nacimiento (su Encarnación en el vientre de María) y su muerte (Viernes Santo), la Virgen debía tener un lugar muy importante ese día 25, porque ella fue su primera y su última discípula (al aceptar la misión que le dio Dios de traer a su Hijo al mundo y en permanecer hasta el final, al pie de la cruz, en su crucifixión).
Esto que pareciera tan simple, marca un hito en la historia de la actitud que a la fecha habían mantenido los hermanos separados en lo que toca a la figura de María, ya que ellos, si bien aceptan su indiscutible papel como madre de Jesús, no le guardan la devoción ni le otorgan la veneración que le da la Iglesia Católica. Ya con anterioridad, teólogos del credo protestante han hecho algunos comentarios al respecto, como Beverly Gaventa, profesora de literatura sobre el Nuevo Testamento en el Seminario Teológico de Princeton, quien ha señalado que la Virgen ha sido víctima de los protestantes de “una conspiración de silencio, teológica, litúrgica y piadosa” al no darle el lugar que le pertenece, de acuerdo a las Sagradas Escrituras. Además, expresa que se le puede considerar como la “primera creyente”, porque si no hubiera creído no hubiera aceptado. Asimismo, considera que todas las disertaciones en la vida de Jesús son enseñanzas de La Magnífica, (palabras que le expresó su prima Isabel cuando estaba embarazada), y cree que “la Virgen para arrullarlo le cantaba esas oraciones, que posteriormente le sirvieron para expresar su mensaje en la edad adulta”.
Kathleen Norris, autora protestante de temas religiosos, ha señalado que “sacamos a la Virgen en la Navidad y la volvemos a guardar en una caja el resto del año, negando el papel que Ella representa en la tradición cristiana, desdeñando la reverencia que le manifiestan públicamente y con gran emoción creyentes católicos”. Sin embargo han ocurrido algunos cambios, y no solamente entre los teólogos, porque se han escuchado comentarios entre los hermanos separados acerca de que la Virgen realmente fue la primera discípula y que la sumisión total a lo que Dios le pidió es algo extraordinario.
Juan Pablo II fue un Papa que profesaba una gran devoción a la Virgen María en todas sus manifestaciones: ya sea la de Czestokowa, Fátima, Lourdes, Guadalupe, etc. y creo que debió haber experimentado un sentimiento de agrado por estos cambios ocurridos antes de su muerte.
Lo más probable es que esto tenga que ver con el movimiento feminista tan fuerte que se ha estado manifestando en relación con el papel de la mujer en la iglesia. Actualmente, tanto los católicos como los protestantes, consideran que es muy importante enseñar a los jóvenes acerca de las figuras femeninas básicas en la religión, como lo sería la Virgen María; inclusive, se especula que Dios pudiera tener figura de mujer y que el hecho de que se le imagine como un hombre es porque el sexo masculino es quien ha dominado siempre.
A mí, en lo particular, aunque estoy consciente de que Dios es algo etéreo, me gusta la idea de imaginármelo con forma masculina. Usted... ¿qué piensa?...