Las mujeres éramos muy ?curiositas? (como dice una amiga). Cuando una mujer se casaba, acostumbraba guardar los regalos de boda. Sobre todo si eran artículos del hogar como toallas, cuchillería, vajilla, sartenes, algunos electrodomésticos, ropa de cama, etc., con la intención de pasárselos a sus hijas cuando ellas se casaran (o a sus nueras), y por ese motivo tenían los muebles llenos de cosas que durante toda una vida no utilizaban.
Pero, resulta, que cada día se inventan objetos más novedosos, prácticos y bonitos. Por ejemplo los sartenes de teflón, los cuales constantemente van cambiando de acuerdo a lo que se inventa, por lo que los sartenes de hace 15 ó 20 años ya no son como los actuales, es decir, ahora son mejores y más ligeros, y por lo tanto, todo eso que se guardó con tanto celo, ahí sigue, inmóvil, en la casa paterna.
Las vajillas también. Antiguamente se usaban mucho porque las personas acostumbraban invitar a sus amistades a la casa y les ofrecían comidas o cenas, o simplemente el cafecito. Ahora, las personas quedan de verse en ?el café?, es decir en algún lugar público donde es más cómodo que las atiendan, además de que tienen la oportunidad de encontrarse con otras amistades. Por otro lado, las vajillas eran para 24 ó 48 personas porque los invitados eran muchos, sobre todo por las familias numerosas. Ahora, se invitan a dos o tres parejas y se acostumbra ofrecer ?bocadillos? que se pueden servir hasta en servilletas de papel y en ocasiones, hasta vasos de cartón para las bebidas.
Con la ropa de cama pasaba lo mismo. Siempre eran artículos muy útiles; pero ahora, se tienen dos o tres hijos y no son necesarias como antes. Además de que la ropa de cama de ahora es de ?lavar y usar?, así es que la anterior es hasta incómoda.
Con los electrodomésticos es más dramático el asunto, porque la tecnología está muy avanzada. Por ejemplo, las planchas de ahora (cuando se necesitan, porque ya casi nada se plancha) se puede decir que planchan por sí solas, además de ser inalámbricas, así es que las antiguas ya son obsoletas.
Y qué decir de las casas actuales. Antes eran muy grandes y ?les cabía todo? (tenían hasta su ?cuarto de triques?), pero ahora, lo menos que quieren hacer las amas de casa jóvenes es tener cosas de más porque no encuentran dónde guardarlas.
Por otro lado, siendo esto lo más importante, la mayoría de las mujeres trabajan y todo son, menos amas de casa, de ahí que muchos de los artículos domésticos salen sobrando.
Moraleja: No compre cosas de más y deshágase de todo aquello que le sobre. Siempre habrá gente que no tiene nada y que lo puede necesitar. ¡Hágalo ahora!...
