Es un hecho que los seres humanos necesitamos de un marco de referencia, es decir, saber cuáles fueron nuestros ancestros. Nos preguntamos a dónde iremos al morir, pero también es importante saber de dónde venimos.
En días pasados el gran escritor José León Robles de la Torre, en su columna Personajes en la Historia de México, escribió sobre los obispos de Zacatecas, y a la familia nos place muchísimo el que los dos primeros fueron tíos abuelos de mi padre, es decir, el padre de los dos obispos era mi tatarabuelo. Alguien pudiera comentar que es un parentesco muy lejano, sin embargo, orgullosamente, ambos eran nuestros consanguíneos. La familia de mi padre fue prolífica en sacerdotes y religiosas, pero el que el Dr. y Lic. Ignacio Mateo Guerra y De Alba (el apellido correcto es con ?b?, no con ?v?) fuera el primer Obispo de Zacatecas, y que a su medio hermano Dr. don José María del Refugio Guerra y De Alba (ambos hijos de dos hermanas, por eso llevaban el mismo apellido), lo consagraran su sucesor a la muerte del primero siempre fue un orgullo para nuestra familia y puntal para la solidez de nuestra pertenencia a la religión católica. A continuación una breve semblanza.
?El Dr. y Lic. Ignacio Mateo Guerra y De Alba cantó su primera misa en 1828 en Lagos de Moreno, Jal.; recibió la borla de Licenciado en Cánones y Doctor por la Universidad en 1835; fue catedrático en el seminario de Guadalajara hasta 1839; en 1836 fue nombrado Prebendado de la Catedral de Guadalajara; en 1837 obtuvo el título de abogado en los tribunales de Jalisco y en 1838 obtuvo la Canonjía Penitenciaria. En 1859 fue promovido a la dignidad de Maestrescuelas y en 1846 fue electo Diputado Suplente al Congreso Federal; en 1853 profesor y Vicario General del Obispado de Guadalajara, habiendo sido perseguido por las autoridades y puesto en prisión por sus creencias. En 1862 fue preconizado Obispo Titular de Macrópolis y Auxiliar del de Guadalajara, pero el 19 de marzo de 1863 fue trasladado al recientemente creado Obispado de Zacatecas, como el primero de sus Mitrados. Estableció el seminario y erigió el Cabildo y en 1869 partió a Roma a participar en el Primer Concilio Ecuménico Vaticano. En 1865 Su Alteza el Emperador Maximiliano de Hapsburgo le hizo Comendador de la Orden Imperial de Guadalupe. En 1872 falleció en la ciudad de Zacatecas y en 1874 fue condecorado con la Cruz de Caballero de esa misma Orden. Dejó numerosas obras (teológicas) escritas?.
?El Dr. don José María del Refugio y De Alba obtuvo la Orden Sacerdotal en 1851; en 1853 se graduó de Licenciado en Cánones por la Universidad de Guadalajara, así como el doctorado. Fue nombrado Cura de Calvillo, Zacatecas en donde sufrió persecuciones y encierro que le produjeron una enfermedad en la laringe de la cual nunca sanó siendo muy difícil para él predicar. Manejó el Gobierno Eclesiástico del Obispado de Zacatecas, Arcediano de la Catedral, Secretario Provisor, Gobernador de la Mitra y Vicario General al fallecer el Obispo; y en 1872 fue preconizado Segundo Obispo de Zacatecas. Era notoria su caridad con los indios huicholes a quienes llevó la educación y los beneficios de la civilización. En numerosas ocasiones fue víctima de la furia de los liberales, de los republicanos y de los enemigos de la iglesia. Murió el 29 de abril de 1888, habiendo sido nombrado ?sacerdote santo, pastor solícito, apóstol de la abnegación?. Dejó numerosas obras (teológicas) escritas?.
Por todo esto, cuando cualquiera de los descendientes es asediado, o coquetea, con las sectas que han proliferado en La Laguna, se origina una pena familiar difícil de describir, porque el mantener la religión católica dentro del clan familiar, además del importantísimo aspecto de religiosidad que eso implica, es un signo de unión y convivencia muy significativo.
Estudio Histórico-Genealógico sobre la familia Guerra. De las montañas de Asturias y Santander, Ramas de la Nueva Galicia. Mariano González Leal. Universidad de Guanajuato. MCLXXXII.