RÉQUIEM
Réquiem… réquiem… porque en esta semana en Ciudad Juárez se rompió el récord de mujeres asesinadas, es decir que en este año ya se superó la cifra que se tenía de los asesinatos ocurridos en los dos últimos años pero, sobre todo, porque con una total falta de respeto les seguimos diciendo “las muertas de Juárez”, como si se tratara de objetos.
Con esa manera de referirnos a ellas estamos quitándoles su esencia de personas, que eran como tú, como yo, como todos, y al comentarlo, inconscientemente, les disminuimos su valor como seres humanos. Es verdad que cuando las cosas suceden con frecuencia nos vamos acostumbrando a ellas (tanto las buenas como las malas) y dejan de impactarnos, pero, imagínense desde el 2002, en que se iniciaron los crímenes, hasta la fecha son 114 mujeres las víctimas de esos asesinatos, y pienso que ya es tiempo de que a alguien “le caiga el veinte” y haga algo al respecto.
No quiero comentar que por tratarse de mujeres no se les ha dado la importancia debida (aunque sí lo pienso), porque se dirá que defiendo el género (aunque sí lo hago); pero, la realidad es que algo debe pasar porque aún no se han resuelto los crímenes de esas mujeres, en su mayoría de clase humilde y trabajadora, y pareciera que por provenir de esa categoría social no han puesto el empeño necesario para que eso se termine.
En este día, en que estamos conmemorando la llegada de El Salvador a la tierra hace más de 2000 años, pidámosle a Él en nuestras oraciones navideñas cuando esté la familia reunida, que les dé la sabiduría necesaria a nuestros gobernantes (no le pedimos mucha sabiduría, sólo la necesaria) y que les toque el corazón para que realmente se preocupen por ello y hagan algo para que no sucedan más casos.
Réquiem… réquiem… por nuestros gobernantes (¡ah!... no… me equivoqué).
Aprovecho mi columna para enviar un saludo afectuoso con motivo de las festividades decembrinas a mis lectores, amigos y familiares. ¡Feliz Navidad y Año 2006 y que Dios los acompañe siempre!...
