LAURA ELENA
La acompañamos en sus exequias y el sacerdote oficiante, al referirse a ella, expresó unas palabras que me parecieron bellísimas: ?nunca la vi enojada?? y yo creo que eso es un elogio muy grande para una persona si estamos viviendo en una sociedad que se mantiene inmersa en el egoísmo y la violencia .
Pero esas palabras eran las adecuadas para Laura Elena Echávez de Frías. Era ecuánime, bondadosa y solícita con las personas, hacia quienes demostraba un verdadero afecto. Desde que la conocimos, y esto comprende desde la infancia, Laura participaba en acciones comunitarias de acción social, siempre en un afán de otorgar la ayuda al prójimo, acorde con la religión que profesaba y practicaba y, ya casada, continuaron realizándolo Jaime y ella; ambos muy comprometidos con la sociedad.
Cuando éramos adolescentes vimos una película española que trataba de un personaje que por hacer trampa en un juego de cartas logra que un compañero le cambie la guardia en un puesto militar y mientras él duerme, su compañero es muerto por una bala, lo que toma como una segunda oportunidad, y decide ingresar al sacerdocio. De ahí se desarrollan varias historias interesantes, pero el mensaje principal es que no debemos presentarnos ante Dios ?con las manos vacías?, sino con las obras que hemos realizado en este mundo.
En lo personal, tengo la completa certeza que Laura tuvo la dicha de que al presentarse ante Dios lo hizo ?con las manos llenas?.
Descanse en paz mi amiga Laura Elena...
