LOS VECINOS
Las amistades que se conservan durante toda la vida son por lo general las de nuestra infancia, tanto los compañeros de la escuela, como los vecinos. Hoy en día, sólo se pueden atesorar las amistades de la escuela porque los vecinos raramente se frecuentan, cuando mucho se saludan al pasar los coches. En la actualidad no se puede tener una vida tranquila, descansada, como sucedía, digamos, hace 30 años, por ejemplo.
Hace tan sólo una generación, como no existía en Torreón ni televisión, ni computadoras, ni juegos electrónicos, se salía con toda libertad a jugar a la calle, donde no transitaban tantos coches, pero, sobre todo, no había, inseguridad. Esto ocasionaba la relación frecuente, formando nexos afectivos para toda la vida. Ahora, tanto pequeños como adultos, tienen sus ?agendas? totalmente saturadas y no hay tiempo para la convivencia vecinal, lo cual es una pena porque las nuevas generaciones se han perdido tanto de las diversiones como lo sabroso de los ?chismes? del vecindario.
En la actualidad, la ?buena vecindad? es que los vecinos mantengan limpia su acera y no den molestias. Anteriormente, esa ?buena vecindad? se refería a que los vecinos convivían, platicaban, conocía uno los nombres de todos los integrantes de la familia, quiénes trabajaban, quiénes estudiaban, qué edades tenían, en fin había oportunidad para hacerlo. Hoy en día ya no se cuenta con eso, escasamente alcanza el tiempo para atender a la propia familia, y los niños del vecindario llegan al matrimonio sin que nos demos cuenta que van creciendo.
Por eso, las fiestas decembrinas son invaluables, porque con el pretexto de las posadas, la Navidad y los festejos de cambio de año, se busca convivir con los vecinos y, lo más extraordinario es que sí se puede lograr. Probablemente no se podrán reunir todos, pero sí una buena parte de ellos logrando, en ocasiones, ver a aquéllos que, en un descuido, en todo el año ni el simple saludo se había dado. Nosotros, ?los vecinos de la cuadra?, nos juntamos a cenar y pasamos una velada muy agradable y divertida, haciendo propósitos de volvernos a reunir en fecha próxima, lo que ojalá podamos cumplir.
